A principios del siglo XX, el filófoso español José Ortega y Gasset apuntó una idea que con los años desarrolló el psicólogo canadiense Laurence J. Peter sobre la impericia al servicio de los ciudadanos. Explicaba Ortega que todos los los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes. No parece probable que el portavoz municipal José Manuel Lage Tuñas destine sus escasos ratos libres a repasar la doctrina del ensayista español, quizás lo hizo durante su periplo por las aulas en las que se formó como politólogo. El caso es que Lage ha rebajado el nivel de uno de los concejales con más ínfulas del ayuntamiento de A Coruña y el afectado lleva unos días que no levanta cabeza. O más bien lo hace para quejarse. La remodelación del gobierno local se ha llevado por delante varias de las tareas que ocupaban a Francisco Dinís Díaz Gallego, más bien las que había heredado de Juan Díaz Villoslada. Le han pegado un cambiazo. De llevar Urbanismo, Vivienda, Infraestructuras y Movilidad ha pasado a dejar las dos últimas tareas y ocuparse de Rehabilitación y Edificación.
Así que Dinis anda mustio. Hasta el punto de que su producción tuitera se ha rebajado hasta límites desacostumbrados. Tan enfurruñado estaba cuando Inés Rey explicó en público la remodelación de su Ejecutivo que la alcaldesa replicó desabrida y alterada cuando los profesionales de los medios de comunicación le sugirieron que se fotografiase con los tres superconcejales. Hubiera sido un nuevo golpe para su amigo.
El ideólogo de la rotonda de la Casa del Mar o del atasco de Ronda de Nelle, el cerebro que le puso huevos a la calle Alcalde Marchesi y replicó el río Monelos con un charco lleno de desperdicios, dejará las competencias de Movilidad a la nueva edil Nereida Canosa, una mujer con formación en el ámbito de las Ciencias de la Salud y la Terapia Ocupacional, materias que quizás sean adecuadas para gestionar la movilidad en el postdinismo. Para completar el panorama, las cuestiones de Tráfico (entiéndase por tránsito de vehículos) ocupan ahora a la también novata en el concello Montse Paz, psicóloga de la cárcel de Teixeiro. No hace falta añadir mucho más al respecto.
Dinis, con todo, tiene trabajo por hacer. Por ejemplo dar salida a la larga lista de licencias a las que el ayuntamiento no da salida, como por ejemplo las relativas a las comunidades de vecinos que aguardan el permiso municipal para instalar ascensores en sus edificios y favorecer la accesibilidad a las viviendas de personas que lo requieren. Pero para activarse necesita superar no sólo la melancolía que le invade por las competencias perdidas sino superar el enfado de verse al margen de esa nomenclatura de superconcejal en la que ha entrado por la gatera su compañera Yoya Neira. Dinís es ahora uno más a las órdenes de Lage Tuñas, integrado con tres ediles debutantes en el área de Economía y Planificación Urbana que dirige el edil de Outes, que pilotará, por ejemplo, todo lo que se mueva en torno al Puerto o las cuestiones relativas al nuevo contrato del bus urbano.