Los caminos del poder son intrincados y si no hay muchos escrúpulos, que no es el caso, se siembran de cadáveres no sólo políticos sino técnicos y profesionales. Ocurre que en esas rutas las personas más válidas suelen centrarse en sacar adelante su trabajo y a menudo son los primeros damnificados, derrotados sin piedad por quienes se mueven en las entretelas lejos de la vocación del servicio público, vecinos a su propio servicio.
El proceso de degradación que sufre el ayuntamiento de A Coruña en manos de su equipo de Gobierno desmantela en los últimos meses un equipo de trabajo del que la alcaldesa Inés Rey siempre presumió por su solidez y capacidad para ir todos a una. Ya se sabía que la concejala Eva Acón; el jefe de prensa, Hugo Hernández y el edil de Urbanismo, Juan Villoslada, no iban a acabar el mandato a las órdenes de la alcaldesa. El pasado 9 de marzo, una información publicada por diSínoticias advertía de que la siguiente salida ya tenía nombre y apellidos. Menos de un mes después ya puede confirmarse: Santiago Roura Gómez, director de área de Alcaldía y coordinador general del ayuntamiento dejará de manera inmediata el Concello para incorporarse al Ministerio de Educación.
Roura era uno de los tres protagonistas de la emblemática imagen de la llegada de Inés Rey al poder, flanqueada en la Plaza de María Pita también por Gonzalo Castro, jefe de Gabinete. Roura ha sido uno de los más cercanos colaboradores de Inés Rey, sino el que más. Profesor de Derecho Constitucional, su devenir le retrata desde hace mucho tiempo como un tipo afable y proclive a los acuerdos. Así se manejó en el berenjenal de María Pita, donde ejerció en su día como negociador del pacto de investidura. Hace ya un tiempo que se había puesto precio a su cabeza para apartarle del círculo de confianza de la alcaldesa, una superviviente.
El último año del mandato de Rey comenzará sin Roura a su derecha, la persona que se había presentado como garantía para que el programa de gobierno con el que se presentó la alcaldesa se llevase a cabo y encargado de asistirla en la dirección de gobierno y administración municipal. Roura, socialista de pedigrí sin grandes ambiciones orgánicas, es un técnico con amplia experiencia y gran capacidad, exdirector general de Xustiza en la Xunta y secretario general de la Consellería de Presidencia, a las órdenes de José Luis Méndez Romeu.
Su marcha al Ministerio se presenta con la pátina de que se convertirá en el número tres de Pilar Alegría y como un premio a su labor en el Concello. Inés Rey, compungida, lo presenta como una gran pérdida para la ciudad, pero una gran aportación para España, nada menos. “Para nós é unha grande perda, mais sabemos que Santiago Roura fará un excelente traballo no Goberno, traballo do que non só se beneficiarán os coruñeses, senon todos os cidadáns deste país”, explica Rey en una excelente definición de lo que es una patada hacia arriba.