Después de que a inicios de esta semana el ANPA Xanela denunciaran públicamente los problemas que el botellón está causando en el CEIP María Pita, con restos de suciedad y cristales que ponen en peligro la integridad de los más pequeños, Inés Rey ha decidido responder echando balones fuera.
No es nada nuevo que la alcaldesa huya de responsabilidades al mínimo problema, en este caso señalando al gobierno gallego. «El Ayuntamiento va a exigirle a la Xunta, que es quien tiene las competencias, que acometa ya el arreglo de ese cierre perimetral para resolver esos problemas que vienen denunciando tanto la ANPA como la dirección del centro».
Obvia Inés Rey que la protección del recinto mejorando el perímetro es solo una de las peticiones que hacen los padres. Porque un muro más alto en ningún caso va a evitar la suciedad acumulada en los alrededores del colegio, motivada también por el botellón y ante la que no se dan soluciones desde el Concello.
En este sentido, la regidora se limitó a apuntar que «por supuesto que seguiremos reforzando la vigilancia en la zona». Porque eso es lo que reclama precisamente Xanela y el resto de vecinos de toda la ciudad que afrontan cada día más hartos los problemas del botellón más vigilancia.
La alcaldesa volvió a atacar a la Xunta de Galicia asegurando que desde el Concello «se han asumido durante muchos años competencias impropias, algunas relativas al mantenimiento de los centros educativos», aunque no especificó cuáles, para acabar despejando la pelota al tejado autonómico: «Quien debe encargarse es la Xunta».