«Colegio de lunes a viernes, botellódromo sábado y domingo». Los padres del CEIP María Pita están hartos de encontrarse cada semana el colegio al que acuden sus hijos hecho un basurero y han decidido denunciar públicamente lo que entienden como dejación de funciones por parte del Concello. Mientras tanto, la alcaldesa Inés Rey alide a «una ciudad más amable, más sostenible, con más espacio para las personas”. Al hacer balance de sus casi cuatro años de mandato, Rey cita la “erradicación” del botellón o el plan de recuperación de parques y jardines, entre otras actuaciones
El ANPA Xanela publicó en redes sociales diferentes imágenes recogidas en el entorno de esta escuela a la que acuden a diario niños de infantil. Imágenes en la que se pueden ver restos de bebidas e incluso botellas de cristal rotas. «Botellas rotas y basura en las esquinas de los patios donde juegan los niños. ¿Qué tiene que pasar para que se solucione el problema todos los fines de semana?», se pregunta una madre.
La desesperación ante esta situación que viene repitiéndose durante meses, que ha sido reclamada desde la propia ANPA y ante la que no se ha puesto solución desde el gobierno municipal, los padres se platean incluso empezar a organizar patrullas de vigilancia para disuadir los botellones, porque ya dan por hecho que sus quejas no van a traducirse en un mayor celo en la recogida de residuos por parte del ayuntamiento.
Y es que aunque se trata de un caso grave, sobre todo por la presencia constante de niños pequeños, lamentablemente no es algo aislado. Que A Coruña amanezca cada lunes – o cada día después de festivo – con restos de botellón es habitual y la limpieza está lejos de ser exhaustiva.
El Puerto, zona de entrada de miles de turistas a la ciudad, es otra de las zonas más castigadas por el botellón, ese fenómeno sobre el que Inés Rey no veía un problema hace un año. Hoy se extiende por diferentes zonas de la ciudad, sin olvidar, claro está, los continuos problemas con la movida nocturna que también señalan los vecinos del Orzán.