Como sucede en otros puntos de la ciudad, Cuatro Caminos va camino de convertirse en una de esas zonas en las que hay que moverse con mucho cuidado. La escalada de la delincuencia ha sido tal en las últimas semanas que muchos vecinos no se sienten seguros saliendo a la calle cuando cae la noche.
Inseguridad en la vía pública, pero también en los negocios de la zona, con varios propietarios que asisten perplejos a la ola de robos que afecta a este y otros barrios de la ciudad herculina. Uno de los motivos, como suele ser habitual, la venta de drogas que atrae a toxicómanos que no sólo acuden a comprar – algún vecino señala incluso la existencia de un narco piso -, sino también a consumir en los portales de esta zona residencial.
Estancos, supermercados, tiendas o bares. Ningún establecimiento se ha librado recientemente de la actuación de los cacos. Ni siquiera los vecinos que pasean por la calle, en ocasiones a plena luz del día, evitan que se le aproximen pidiéndoles dinero, no siempre de buenas maneras ni aceptando una negativa por respuesta. Y eso sin hablar de los altercados que tienen lugar cada noche en la entrada del bar Delicias.
Este asentamiento de la delincuencia y el consumo de drogas pone en riesgo también a los más pequeños. En una zona donde el propio Concello llama a los niños a jugar en la calle con la renovada Alcalde Marchesi, la situación del parque infantil de Cuatro Caminos no es la más adecuada y se encuentran hasta jeringuillas, algo que también sucede en otros parques del centro de A Coruña.
La reacción desde el gobierno municipal sigue sin llegar, ni en Cuatro Caminos, ni en otros puntos conflictivos como el de O Castrillón o Elviña, cuyos vecinos también han mostrado su hartazgo por la inseguridad con la que viven en el día a día. Y desde la corporación municipal, grupos como el PP siguen solicitando más presencia policial en las calles y apuntando la necesidad de recuperar la policía de barrio.