Se termina en A Coruña una nueva semana marcada por la inseguridad que se vive en las calles de toda la ciudad. A los vecinos de los diferentes barrios no les queda otra que resignarse y convivir en el día a día con el temor de que algo le suceda en las calles de su zona de residencia.
Los focos más preocupantes esta semana se han localizado en Elviña y O Castrillón, combinando dos de los graves problemas para los que el Concello sigue sin encontrar solución: la ola de robos y el tráfico de drogas.
Hasta cuatro establecimientos han sido asaltados en los últimos días en el barrio de Elviña. Desde una clínica veterinaria a una repostería, pasando también por una lavandería. Estas situaciones, más allá de la inquietud que causa en los vecinos, suponen un coste para los propietarios de los establecimientos. Tanto por el botín que se llevan los delincuentes como por los desperfectos que luego tienen que reparar.
No menos atemorizados circulan los vecinos de O Castrillón desde que hace unas semanas se produjera una okupación en uno de los solares del barrio. Los residentes relatan como cada vez es más habitual ver a toxicómanos paseando por sus calles pidiendo dinero o, en algunos casos, exigiéndolo por la fuerza. La criminalidad se ha disparado en una zona en la que, según sus propios vecinos, no sólo se vende drogas, sino que también hay otros inmuebles okupados en los que se consume.
Según los testimonios recogidos en La Voz, se señala un triángulo de la droga entre Monles, O Castrillón y Os Castros, zonas históricamente afectadas.
La ciberdelincuencia, también al alza en A Coruña
Hace tiempo que los coruñeses se quejan de la falta de presencia policial en las calles de la ciudad, algo que los delincuentes también han detectado y por eso campan a sus anchas. Pero si por si fuera poco la inseguridad física, los vecinos también tienen que andarse con ojo con la seguridad virtual.
Según datos del Ministerio del Interior publicados por La Opinión, la incidencia de los delitos cometidos por Internet son un 30 por ciento superior al conjunto del estado. La mayoría de delitos son estafas online, aunque los expertos no encuentran una respuesta clara más allá de un «mayor uso de la tecnología» o «más concentración de pymes».