«Por primera vez en este siglo, A Coruña repite alcaldesa». Así de triunfal fue la primera comparecencia de Inés Rey después de unas elecciones municipales en las que el PSOE coruñés sumó dos concejales más que en 2019, pero terminó como la segunda fuerza más votada por detrás del Partido Popular, que se fue hasta los 12 concejales, quedándose a dos de la mayoría absoluta.
Los resultados reducen la presencia de agrupaciones en María Pita, en la que se quedan únicamente PP (12 ediles), PSOE (11) y un BNG (4) que duplicó sus apoyos y con 13.000 votos convierte a Francisco Jorquera en la llave de gobierno después de los batacazos de Marea Atlántica y Podemos – Esquerda Unida, que desaparecen de la corporación municipal.
Porque la idea de «un gobierno de progreso liderado por el PSOE», como propone Inés Rey, dependerá de un pacto entre socialistas y nacionalistas. La alternativa sería gobernar de nuevo en minoría y mantener el bloqueo en la ciudad herculina ante la falta de acuerdos en, entre otras cosas, los presupuestos.
La pelota está ahora en el tejado de Jorquera y el BNG, que aseguró serán exigentes y rebaja la euforia de las declaraciones de Inés Rey: «No es cierto que se refrendase la gestión del actual gobierno municipal. Casi 7 de cada 10 coruñeses votaron opciones distintas al partido de Gobierno. Es imprescindible imprimir un cambio de rumbo y nos vamos a emplear para hacer posible ese logro».
Cabe recordar que las conversaciones entre ambos grupos no se limitan únicamente al marco local en A Coruña, ya que la bajada generalizada en otros municipios hace que tengan que sentarse a negociar para más alcaldías, como ocurre, por ejemplo, en Santiago de Compostela.