El histórico Trofeo Teresa Herrera, decano de los torneos de verano, no sólo languidece en su cartel de contendientes o la expectación popular que suscita. Lo hace en todos los sentidos, también en el de la orfebrería. El Ayuntamiento de A Coruña abrió hace poco menos de un mes la licitación para suministrar los trofeos de la edición masculina, la femenina y los torneos de categoría benjamín y prebenjamín. En total ocho modelos plateados de la Torre de Hércules que se sacaron a concurso por 49.788 euros más IVA.
La cantidad es menos de la mitad del precio por el que se licitaron los seis trofeos (entonces no se disputaba encuentro femenino) entregados en 2010. Entonces costaron 116.000 euros y según marcaba la tradición los confeccionaba Joyería Malde en su taller de la calle Real. Pero en marzo de 2011 bajaron la persiana. El valor del trofeo mayor se fijaba entonces en torno a los 100.000 euros.
A la licitación actual tan sólo concurrió una oferta, así que los trofeos, entre ellos la monumental Torre que debe medir como mínimo 1,45 metros, se fabrican ahora en Humanes de Madrid, una población pertenciente al partido judicial de Fuenlabrada. Allí tiene su taller Orfebrería Castellana, una firma que se anuncia en su página web como fabricante de trofeos, condecoraciones, medallas y premios personalizados en plata de ley, alpaca, latón, acero y aluminio. Para este trabajo deberán emplear plata alemana fina.
Por primera vez este año, tras las críticas recibidas en la edición de 2019, el campeón femenino se llevará un trofeo exactamente igual que el masculino. Cuidar ese detalle le costará al Ayuntamiento de A Coruña apenas 14.500 euros que en la edición anterior. Cada uno de esos trofeos se valoran según los pliegos municipales en 20.000 euros, cinco veces menos que hace una década. Los que recibirán los subcampeones, de 60 centímetros de altura, se tasan en 2.500 euros y los del Mini Teresa Herrera en 320 y 230 euros respectivamente. Los precios de la licitación incluyen gastos de entrega, transporte o seguridad por parte de Orfebrería Castellana.
La Torre de Hércules ejerce como símbolo del trofeo que durante décadas marcó el verano coruñés desde 1970. Aquel año se cumplían las bodas de plata del torneo y el ayuntamiento encargó un nuevo modelo confeccionado en plata y de apenas un metro de altura. Según explicaron en Malde su valor pasaba de las 200.000 pesetas, que era más o menos la quinta parte de lo que costaba un buen piso en el centro de la ciudad. El Ferencvaros se alzó con el trofeo, así que la primera Torre de plata de la historia reposa en el Fradi Muzeum del Groupama Arena de Budapest. Y era bastante más valiosa que la que se jugarán el próximo domingo Deportivo y Ponferradina.