El apuñalamiento de un joven de 18 años en pleno centro de A Coruña ha disparado las alarmas mientras la Policía Nacional investiga lo sucedido e intenta identificar al autor o autores de la agresión. El chico atacado por suerte ya ha recibido el alta hospitalaria aunque las seis puñaladas y el susto no se lo quita nadie. Ni a él ni a su familia. Este domingo una carta de una hermana del joven se convirtió en viral. La misiva exponía la sensación de inseguridad que sienten muchos coruñeses: “No sé de quien es la responsabilidad de la creciente inseguridad que vive nuestra ciudad, sólo espero que se tomen las medidas correspondientes para que mi hermano sea la víctima de esta situación que solo empeora”, explicaba.
Los informes del Ministerio del Interior apuntan que en los tres últimos años A Coruña no sólo es la ciudad en la que más delitos se cometen entre las de su tamaño sino que es en la que más han crecido. Desde las diferentes asociaciones de vecinos y también desde la oposición, se lleva tiempo reclamando a Inés Rey la necesidad de aumentar la presencia policial. La respuesta ha sido nula por parte del gobierno municipal, que sigue sin cubrir jubilaciones de agentes que se retiran, mantiene la negativa a recuperar la Policía de Barrio y ni siquiera a la Junta Local de Seguridad. La ciudad registró en 2017 un total de 6.988 delitos. En los primeros nueve meses de 2022 esa cifra se disparó hasta los 9.817 delitos, algo más de 36 al día y de 1,5 a la hora: el incremento respecto a 2021 estaba situado en un porcentaje del 12,7%.
Entonces la alcaldesa Inés Rey negaba la mayor. “A Coruña é unha ciudad segura”, repetía. “Os datos non reflicten un aumento significativo. Os delitos non aumentaron e por tanto non existe unha situación de risco extremo respeto da seguridade”, matizaba Rey. Fue en aquella época cuando Juan Ignacio Borrego, el concejal responsable de Seguridad Ciudadana, explicó que los datos se dispararon por delitos informáticos. Nada sucedía en la calle. Inés Rey y el delegado del Gobierno, José Miñones, habían asegurado ya en octubre de 2021 que iban a incrementar de la presencia policial en las calles de A Coruña y que habría una mayor coordinación entre los cuerpos de seguridad. Entonces hablaban de que el problema era más de “sensaciones” que una realidad.
Los vecinos de algunos barrios salieron a la calle. Un lamentable pleno municipal retrató a varias fuerzas políticas que se atrevieron a decir que la sensación de inseguridad no era tal sino que se trataba de meras estrategias políticas.
Este domingo, tras el último y alarmante suceso, Inés Rey quiso fijar su postura a través de un tuit a través del que desvió sus responsabilidades a la Delegación del Gobierno en Galicia. Y utilizó el verbo “exigir”, ese que tanto le gusta para reforzar una supuesta posición de fuerza. El clamor popular en las respuestas (en esta ocasión no las tiene capadas) es demoledor. La mayoría piden más policía y más presencia en las calles. Justo el viernes pasado el candidato a la alcaldía Miguel Lorenzo se había pronunciado en ese sentido. “Cuando sea Alcalde, me comprometo a que haya Policía de Barrio en todos los distritos, a elaborar un Plan Local de Seguridad y a aumentar el número de efectivos de la Policía municipal. Somos mayoría los que queremos una ciudad más segura”, aseguraba el candidato de la oposición a la alcaldesa.
Lorenzo ya había reclamado en semanas pasadas que es necesario convocar plazas para reemplazar las continuas jubilaciones que mantienen en cuadro a la policía local. Además se reunió con tres sindicatos de Policía Nacional que le trasladaron la necesidad de ampliar plantilla en la ciudad.
Por ejemplo Germán Lago, presidente regional del Sindicato Profesional de Policía es taxativo al relatar lo que sucede en A Coruña: “Faltan policías (nacionales y locales), falta actualizar los catálogos de puestos de trabajo a la realidad y faltan medios adecuados y formación. Faltan tantas cosas, que sería repetir y repetir de nuevo lo ya dicho muchas veces. Mientras la ciudad, sus vecinos y los que nos visitan siguen viendo que los delitos aumentan su número, que la inseguridad crece, que las patrullas policiales disminuyen y que les faltan medios adecuados”.