En un nuevo viaje de su incesante periplo político Pili Neira, exedil en A Coruña y A Laracha, ha decidido abandonar las filas del PSOE en un giro que en la fracturada agrupación socialista coruñesa se ha recibido entre la indiferencia y el alivio. “Tanta paz lleve como descanso deja”, apuntan tirios y troyanos. Su aventura socialista no ha llegado a la década de vida, una estación más en un recorrido que fluctúa entre partidos, corrientes y colectivos.
Neira, una histórica del fútbol femenino, presentó propuestas en política de deportes para A Coruña en representación del BNG y del PSdeG-PSOE. En 2011 figuró en la candidatura que lideraba Xosé Manuel Carril con mayoría de integrantes de la UPG. Neira participó en la presentación del programa electoral y anunció que la formación nacionalista, entonces en el bipartito que gobernaba la ciudad y en el que el edil Xan Cajigal era concejal de Deportes, continuaría “no camiño da reorganización e afortalamento do servizo municipal de deportes e da promoción da actividade física e do deporte feminino en calquera dos tramos de idade”.
Pero el BNG se quedó en la oposición tras un estrepitoso desplome electoral y cinco meses después de aquel fiasco, Neira abandonó el BNG, en el que se integraba dentro de la corriente Máis Galiza y apuró para integrarse en las listas de Compromiso por Galicia a las elecciones autonómicas de 2012. A ellas acudió como número 4 por la provincia de A Coruña. La candidatura obtuvo 5.466 votos en toda la provincia (el 0,95% de los emitidos) y el compromiso de Neira se fue difuminando hasta aterrizar en el socialismo de Mar Barcón, una amiga que la rescató para figurar en la propuesta que llevó en 2015 al PSOE coruñés al peor resultado en unas elecciones municipales. Neira era la número 7 de la lista, en teoría un puesto de salida, pero las urnas depararon que sólo entrasen en María Pita los seis primeros.
Con todo, dos años después, en junio de 2017, Mar Barcón presentó su renuncia y Pili Neira cumplió su anhelo de ser concejala en A Coruña. Tras un tiempo sin brillo, en 2019 se quedó fuera de la lista que lideró Inés Rey hasta la alcaldía y encontró acomodo en la de A Laracha, donde entró por unos pocos votos en una corporación en la que el PP gobierna con mayoría absoluta. En los últimos meses antes de las elecciones del pasado 28 de mayo volvió a dejarse ver en el entorno de los mandamases municipales de A Coruña, que no olvidaban que no mucho tiempo atrás se había significado como una de las organizadoras de las protestas vecinales en Os Mallos.
Aún así Neira acudió a la segunda toma de posesión de la alcaldesa Rey y lo hizo con una rosa en la mano. Allí la lució orgullosa también con su amiga Montserrat Paz, psicóloga de la cárcel de Teixeiro que ejerció como jefa de servicio de Seguridad Ciudadana por más que un juzgado coruñés obligase a retrotraer el proceso de nombramiento para que fuese “suficientemente motivado”.
Al final Montse Paz ha encontrado acomodo como concejala y durante las últimas semanas se ha sustanciado el reparto de asesorías y remuneradas colaboraciones del que Neira, una vez más, ha quedado descabalgada. Ahora rompe su carnet socialista.