Los jabalíes ya pasean por toda la ciudad en A Coruña, donde entraron por Matogrande y el pasado fin de semana llegaron a Adormideras. La pasada noche se avistaron varios en María Pita. “No están empadronados”, había avisado hace unas semanas Inés Rey, con su habitual escapatoria de hacer chanzas cuando se apunta a su incapacidad para encontrar soluciones. Pues ahí están los jabalíes a las puertas de la oficina de empadronamiento.
Mientras tanto, Rey se enroca en su dinámica habitual consistente en despejar responsabilidades y traspasárselas a otras administraciones, en este caso la Xunta.
En Galicia se calcula una población de jabalíes de unos 190.000 ejemplares, que según una estimación del sindicato Unións Agrarias provocan daños en zonas rurales por valor de unos 15 millones de euros al año. Luego están los incidentes o accidentes que provocan, alguno de ellos este pasado verano de graves consecuencias en la carretera.
La Xunta tiene en vigor una “emergencia cinegética” en 248 municipios gallegos, en torno al 80% del territorio, de manera que permitie cazarlos durante cinco meses. Pero Rey dice que a ella no le corresponde hacerlo y hace responsable a la Xunta de cualquier contingencia que pueda ocurrir en la ciudad que gobierna. El Partido Popular local advierte de que los animales tienen su refugio en zona urbana y es el gobierno local el que debe determinar dónde colocar las jaulas trampa que la Xunta de Galicia le ofreció el pasado 18 de agosto. Reclama además la oposición medidas preventivas de control de maleza que el gobierno de Inés Rey no lleva a cabo. Y Ángeles Vázquez, conselleira de Medio Ambiente le ofrece soluciones: “Antes do verán xa trasladábamos que había que actuar, e actuar é que hai competencias. Son unhas competencias que non pode obviar o Concello da Coruña. Aí está a Lei de Réxime Local. Hai unhas zonas que son encames, e polo tanto actúan de paritorio de xabaríns. Ao final acaba sendo o seu lugar habitual, xa non se van. Propúxose que se instalaran gaiolas trampa, pero para iso a Xunta non pode traer unha e poñela nunha rúa. O que hai que facer é, a través dos servizos correspondentes, detectar onde hai eses encames. Primeiro teñen que facer os desbroces correspondentes.
La conselleira no logra entender que la alcaldesa se dedique a repartir culpas antes que a buscar soluciones: “O que non se pode, por parte do goberno local, é pechar os ollos e dicir ‘non teño ningunha competencia’. Todas as competencias dentro da zona urbana compétenlle ao Concello en si. A Xunta está para axudar, decretou zonas de emerxencia cinexética”.
Mientras tanto, Inés Rey ya tiene a los jabalíes a las puertas de su despacho.