El pasado fin de semana, por la vía habitual de la propaganda municipal, se filtró una información que pretendía convencer a los coruñeses de algo que cualquiera que pasee un poco por los barrios sabe que es mentira. «A Coruña es una ciudad segura», se repetía a modo de eslogan en el titular ignorando las decenas de hurtos que cada día se registran en la ciudad. Y ello al margen de grandes tragedias, como el horrible asesinato de Samuel Luiz.
Pero los testimonios se suceden ante la inacción del Ayuntamiento, enfrentado a su Policía Local, y a la incapacidad de la Delegación del Gobierno, primero con Javier Losada y ahora con su sucesor, José Miñones.
Las quejas de los ciudadanos se multiplican. Algunas de las informaciones recibidas en diSÍnoticias nos hablan de una banda de mujeres carteristas en la zona de Cuatro Caminos; de un grupo de descuideros que actúa en el entorno de los supermercados de Los Mallos; de los líos en el Orzán; de la eterna presencia de los grupos organizados de asaltapisos cuyo pico de actividad llegará a partir de la próxima semana, con el éxodo vacacional de miles de coruñeses… Y así con varios casos más que María Pita intenta silenciar para que nada desluzca el mundo feliz en el que José Manuel Lage mantiene a Inés Rey.
Las estadísticas de la Policía Nacional corroboran el imparable aumento de los pequeños delitos. Pero en el gobierno local, tan poco habituados a trabajar que algunos/as de sus más insignes representantes ya han institucionalizado hasta el horario de la siesta, prefieren refugiarse en esa ausencia de grandes titulares negativos para intentar tapar una realidad que sufren miles de coruñeses, especialmente los mayores.
La realidad que la alcaldesa y su mano derecha intentan tapar, más alla de la excusa (cierta) de que las competencias en Seguridad Ciudadana son de la Policía Nacional, es que apenas hay agentes en las calles, ni del 091 ni del 092, y que los maleantes campan a sus anchas en el mundo de los pequeños delitos.
Si la competencia fuera de la Xunta, seguro que oiríamos gritos y protestas desde María Pita. Pero como el tema depende de Pedro Sánchez y Grande-Marlaska, Inés y Lage, que tienen mucho pasado susanista (de apoyo a Susana Díaz, claro) que borrar, prefieren callarse e intentar engañar a los coruñeses, que seguimos tomando nota de su total inoperancia por falta de trabajo. Ya solo quedan 22 meses para la cita con las urnas