“Bueno, vale, pues que venga”. Los responsables de la agenda del ministro dieron su brazo a torcer. Intentaron hacer ver que los minutos no se pueden estirar y que las prioridades de Ábalos no pasaban por atender a su correlegionaria Inés Rey, que también es alcaldesa de A Coruña. Pero al final encontraron la manera de que se acercase hasta Santiago este viernes a las diez de la mañana y pudiese ver a Ábalos. No será a solas porque la clave que explica que Rey no se haya quedado en su casa la tiene Alberto Núñez Feijóo, que al final pidió que la alcaldesa estuviese presente para no generar más tensiones. El presidente de la Xunta dedicará unos minutos de su previsto encuentro bilateral con el ministro (el segundo en un mes) para que que Rey se siente a la mesa con ellos. La versión oficial es que atenderán con ella los asuntos de A Coruña, luego la alcaldesa se irá y seguirán con otras cuestiones.
El ninguneo de Ábalos a Inés Rey sentó como un tiro en María Pita y sumió además en la perplejidad no sólo a la oposición sino a bastantes militantes socialistas que no daban crédito a que el equipo de la alcaldesa no fuese capaz de cerrar una reunión con un ministro de su color que viene a A Coruña y al que llevan meses pidiendo un encuentro. Del estupor se pasó a un sentimiento cercano a la indignación cuando se supo que Ábalos iba a tratar con Feijóo asuntos relativos a la ciudad. El gesto del presidente de la Xunta propiciará que al menos la alcaldesa pueda decir que no se quedó en la puerta del despacho en el que se decide el futuro de la ciudad.
La gestión de la relación el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana está pasando factura en el palacio municipal, donde ya dolió que tuviese que ser precisamente Feijóo el que acudiese a Madrid, se hiciese la foto con el ministro entre mutuos elogios, y capitalizase el inicio del desbloqueo de la situación del Puerto coruñés o del tren a Langosteira.
Feijóo y Ábalos dieron un golpe en la mesa y salvaron en Madrid el fracaso de la cumbre de María Pita que quince días antes apenas estableció la creación de una comisión de trabajo que fijase protocolos. El contraste entre la capacidad ejecutiva de unos y el catálogo de intenciones de otros ya fue indicativo sobre quien tiene la sarten por el mango en el futuro de las cuestiones portuarias en A Coruña.
“Hacedle un hueco, por favor”. Inés Rey se acercará a Santiago para hablar unos minutos sobre A Coruña. No se sabe todavía si esta apresurada convocatoria cercenará la intención de una visita más detenida a Ábalos en el ministerio, tal y como había solicitado la regidora allá por el mes de enero. “Como alcaldesa estaré allí donde se decidan cuestiones relacionadas directamente con el ayuntamiento”, había dicho cuando aún no había sido convocada.