La puesta en escena de la reunión entre el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Abalos, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo no ha pasado desapercibida. El líder del Partido Popular aseguró en público que se va del ministerio con una idea: “Aquí se quieren hacer cosas”. La luna de miel entre Feijóo y uno de los pesos pesados del PSOE incide en la percepción que se tiene en amplios sectores de ambos partidos: el ayuntamiento de A Coruña pinta poco ante Madrid.
En el Palacio de María Pita trataron de tomar la delantera el pasado 23 de febrero con una “cumbre” entre las partes implicadas en la construcción del enlace ferroviario a Langosteira. Lo que allí sucedió fue un catálogo de plausibles intenciones, pero sin valor. Todas las partes participantes, excepto la convocante, abandonaron la reunión con la sensación de que habían sido convocados para una foto. El portavoz socialista en el ayuntamiento, José Manuel Lage Tuñas, se apresuró a dar por bueno que al menos todos se sentasen en torno a una mesa. “Abrimos un camiño”, aseguró. “Haberá que pelexar, discutir, debatere e presionar. Temos que traballar con moita intensidade porque o tren a Langosteira é irrenunciable”. Dos semanas después de esas épicas declaraciones, Ábalos y Feijóo solucionaron el asunto. “Parece que se produce un avance, en contraste con lo logrado por Inés Rey el día 23”, resolvió Marea Atlántica en su balance de lo sucedido.
El ministro socialista al menos ha tenido la gentileza de convocar al Ayuntamiento de A Coruña para una reunión después de Semana Santa. Una cumbre. Feijóo elogió a Ábalos por desbloquear el asunto y subrayó que es preciso solucionar la situación financiera del Puerto de A Coruña. La entente entre los dos protagonistas de la reunión de Madrid abunda en la idea de que Inés Rey y su equipo, que en su día solicitaron sin éxito una reunión con Ábalos para tratar sobre Langosteira, han sido de nuevo ignorados en todo este proceso, al menos a la hora de que obtengan un rédito político.
Mientras Ábalos y Feijóo acapararon los focos, a la alcaldesa no le quedó más que celebrar lo pactado a través de un comunicado en el que asegura, para sorpresa de todos los presentes en la reunión de febrero, que la construcción del ferrocarril ya se había “garantizado” el 23-F.