Venía de lejos y ya había conseguido pasar el primer corte, pero esta semana se ha convertido en oficial la candidatura de Riazor para ser una de las sedes del Mundial 2030 que España aspira a albergar en la candidatura Ibérica junto a Portugal y la invitación de Ucrania.
Desde el Concello tienen la esperanza de que el estadio herculino sea uno de los elegidos. Pero eso no saldrá gratis. La FIFA exige unos mínimos para formar parte del mayor evento internacional del fútbol y Riazor tendrá que acometer una serie de reformas que se ajusten a los requisitos y que se irían a los 60 millones de euros.
La clave está en el aforo. Ahora mismo, Riazor supera ligeramente los 32.000 asientos, mientras que la FIFA exigen no menos de 40.000. El proyecto presentado por el Concello de A Coruña consistiría en un tercer anillo para dejar la capacidad del estadio en un total de 45.000 espectadores.
La financiación de este proyecto se hará desde diferentes administraciones y no se descarta la colaboración privada. Según apunta el gobierno municipal, se cuenta “co apoio da Xunta de Galicia e manifestáronse tamén a favor de que a cidade sexa mundialista outros municipios e cidades da área como Santiago de Compostela ou Ferrol”. La propia Inés Rey asegura que es una candidatura amplia: “Non é só un proxecto de cidade, senón un proxecto da provincia e de toda Galicia”.
Hay que recordar que la propuesta de la Real Federación Española de Fútbol designa 14 estadios, de los que habrá que descartar 3: Camp Nou y Cornellá-El Prat, en Barcelona; Santiago Bernabéu y Metropolitano, en Madrid; La Cartuja en Sevilla; Nueva Condomina, en Murcia; Estadio Gran Canaria, en Las Palmas; La Rosaleda, en Málaga; Nuevo Mestalla, en Valencia; San Mamés, en Bilbao; Anoeta, en San Sebastián; La Romareda, en Zaragoza; El Molinón, en Gijón y Riazor, en A Coruña. Otras opciones como Valladolid, Alicante y Cádiz no han pasado el corte.