Por esas casualidades que tiene la vida, el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, y el delegado del Gobierno socialista, José Miñones, coincidieron en la mañana de este jueves en un acto público en el que, por supuesto, hubo fotografías.
En plena campaña de las primarias socialistas que le mantienen lejos del palacio provincial, González Formoso encontró un espacio en su agenda matinal para acudir a Cecebre e dar por iniciadas las obras de una senda ciclista. El acontecimiento mereció la presencia del delegado gubernamental y además congregó a los alcaldes de Bergondo, Carral, Betanzos, Cambre y Abegondo. No se recuerda tal despliegue de coches oficiales para inaugurar las obras de un camino para bicicletas.
A Miñones le preguntaron los periodistas presentes si esa coincidencia con González Formoso suponía de alguna manera un apoyo tácito ya no suyo sino del gobierno que representa. Respondió, risueño, que prefería “no posicionarse”.
El presidente de la Diputación cumplió con el expediente y habló de movilidad sostenible, transición ecológica y vida saludable, pero no pudo evitar preguntas sobre su pulso con el actual líder de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero. “En todos los organismos donde tengo capacidad de gestión he privilegiado las políticas sociales”, explicó. Su rival en las primarias había apuntado que representaba una candidatura de izquierdas frente a la de los barones del partido.