Por segunda vez un coruñés gana el premio Goya a mejor actor protagonista. Mario Casas se llevó el galardón en la primera gala post-covid. En su primera nominación logró el mismo reconocimiento que había recibido Fernando Rey en 1989 cuando Casas apenas tenía dos años de edad. Hoy tiene 34 y ya es uno de los actores más prolíficos del país.
Tres papeles en otras tantas películas y uno más en una serie jalonaron el año 2020 de Casas, un detalle que alerta sobre su tirón en un año en el que la pandemia condicionó todos los rodajes. Su papel en “No matarás” le sirvió para superar en última instancia a Javier Cámara, Ernesto Alterio y David Verdaguer y alzar la estatuilla y ponerse a la altura del mítico Fernando Rey, que la logró por su trabajo en “Diario de Invierno», ya en el epílogo de su carrera, apenas cinco años antes de su muerte. En 1987 había ejercido como presentador en la gala inaugural de los Goya, que este año cumplieron 35 ediciones.
Coruñés de A Sardiñeira y con herencia bergantiñán, Casas, que fue pregonero de las Fiestas de María Pita en 2012, se trasladó de niño con su familia a Barcelona. A ellos les dedicó el premio. También al público: “Me lleváis apoyando desde el principio, desde hace quince años, para llevarme a donde estoy ahora”, explicó en su alocución.
Con todo, la gala no fue completa para los representantes herculinos. Alberto Vázquez Rico, un coruñés de Monte Alto, se quedó a las puertas de su cuarto Goya en su quinta nominación con el cortometraje de animación “Homeless Home.