La Xunta trabaja con la expectativa de poder celebrar en julio o agosto conciertos en el Monte do Gozo, en Santiago de Compostela, con el público sentado y un aforo de entre «5.000 o 7.000 personas e incluso hasta diez mil». En una entrevista emitida en la Radio Galega, el presidente Alberto Núñez Feijóo destacó que se trata de un recinto al aire libre y con capacidad de hasta 40.000 personas y señaló que en ese momento ya estaría vacunada la mitad de la población, si las previsiones se cumplen.
En esos conciertos habría un protocolo estricto en los accesos, momento de mayor aglomeración de personas, y la decisión de que lleven o no mascarilla y «otras cuestiones técnicas» se estudiará en profundidad.
Feijóo reiteró que la Xunta solicitará este lunes el aval judicial a las medidas de desescalada que han entrado en vigor con motivo del fin del estado de alarma y que afectan a la movilidad y al derecho de reunión.
En concreto, la Xunta pretende que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia avale el cierre perimetral de los ayuntamientos en máximo riesgo, cinco en estos momentos, que se limite la movilidad entre las 23 y la 6 de la mañana en estas localidades y que la reunión entre la 1 y las 6 de la madrugada en toda Galicia esté permitida únicamente entre convivientes. En cualquier caso, aseguró que confía en que el alto tribunal gallego avale estas medidas, como ya hizo en ocasiones anteriores durante la pandemia.
Feijóo aprovechó para hacer un llamamiento a la prudencia, porque si bien ya ha concluido el estado de la alarma el virus continúa e hizo una advertencia: «Yo no puedo decir si en dos semanas -una vez concluyan las medidas en vigor desde esta medianoche- va a continuar la desescalada o si, por el contrario, es preciso dar marcha atrás». En caso de que se pueda continuar con la desescalada, apuntó que las medidas de relajación pasarían por un aumento de aforos en la hostelería, en la cultura o en los eventos deportivos, entre otros ámbitos.
También destacó que los locales que tengan instalados medidores de CO2 tendrán «más posibilidades» en la ampliación de horarios y se mostró convencido de que es una garantía para los clientes y para los propios restauradores.