Cruz Roja A Coruña estrena esta semana un documental en el que pone rostro y voz a esas ausencias y silencios que muchas personas enfrentaron ante la crisis sanitaria. El resultado es “Regueiros” y con él visibilizan la labor de sus voluntarios que durante este último año han ayudado en Galicia a más de 100.000 personas.
El documental se rodó en mayo de 2020 y el periodista Antonio Pampliega fue el encargado de contar la historia de ocho personas, ocho nombres propios como el de Manuel, Udexis o Erika que abrieron literalmente las puertas de su casa, de su cotidianidad, para contar cómo vivieron unos meses en los que una tablet para estudiar o una llamada preguntando “qué tal estás” suponían todo un mundo.
Palabras como “miedo” y “echar de menos” o “soledad”, se repiten en las confesiones de los protagonistas de este documental, intercaladas con imágenes de una Coruña solitaria que muestra esa primavera que nos robó el virus. El relato importa, y “poner en palabras el sufrimiento ayuda a aliviarlo”.
“Nos acercamos a cada uno de los protagonistas desde el respeto más absoluto y con toda la humildad del mundo. Nos colamos en la intimidad de sus casas durante casi 15 días para poder realizar este trabajo. Las personas que estamos detrás del documental tenemos una amplia experiencia y supimos transmitir, a cada uno de los protagonistas, la idea que teníamos a la hora de plasmar sus historias. Y para ello, teníamos que mostrar su lado más íntimo y humano”, cuenta Pampliega.
Mercedes Casanova, presidenta provincial de Cruz Roja A Coruña, destaca la rapidez de la organización para ofrecer respuestas ante lo que se avecinaba: “En Cruz Roja llevamos más de 150 años trabajando para estar cerca de las personas cuando nos necesitan, y esto incluye situaciones de emergencia que se dan a lo largo de todo el planeta. A principios de 2020, viendo cómo iba evolucionando la pandemia, pusimos los cimientos de lo que ha sido la mayor operación de nuestra historia en cuanto a movilización de recursos, capacidades y personas”.
La previsión para activar una capacidad de respuesta fue clave para poder llegar allí donde estaban surgiendo nuevas necesidades. “Ya antes de que se decretara el estado de alarma intensificamos nuestra actividad con las personas vulnerables, por ejemplo realizando una campaña especial de seguimiento telefónico a las personas que ya formaban parte de nuestros programas. El objetivo era informar sobre las medidas de prevención de la covid-19, además de detectar necesidades que pudieran surgir”, explica Casanova.
Rápidamente detectaron la necesidad de reforzar el apoyo psicosocial a personas que han sufrido en su propia piel las consecuencias de la pandemia porque han perdido a seres queridos sin poder despedirse, forman parte del personal sanitario en la primera línea o han perdido su empleo. “A partir del 14 de marzo de 2020 tuvimos que adaptar nuestros proyectos a la nueva situación y hacer frente a las nuevas necesidades que iban surgiendo”, explica Casanova. “Y lo hicimos -añade- a través de un plan nacional que fue un reto que requirió de una gran capacidad de adaptación y de puesta en marcha de una logística que funcionó también gracias a la colaboración con empresas y administraciones públicas. El voluntariado se volcó con la situación y junto al equipo técnico pudimos dar una respuesta rápida y eficaz ante las demandas”.
Los datos hablan por sí solos. El plan conocido como Cruz Roja Responde atendió de marzo de 2020 a marzo de 2021 a más de 37.800 personas en la provincia de A Coruña. Y ofreció más de 202.500 respuestas, tanto directas como indirectas. En el área de inclusión social, durante el confinamiento inicial realizaron entrega de productos de alimentación y básicos de primera necesidad, “un hecho que fue clave para asegurar la protección de las personas”, explican. Otro de los focos se situó en la prevención, atendiendo a 15.300 personas en la provincia de A Coruña con información, medidas preventivas y entrega de mascarillas. Además en el área de educación, gracias al proyecto de Promoción del Éxito Escolar, entregaron 100 tablets que permitieron que un centenar de estudiantes pudieran seguir su formación de manera on-line.
“Al igual que ocurre en el ámbito nacional y en relación con el perfil de las usuarias del Plan, el 63% de las personas atendidas son mujeres y las personas mayores de 60 años representan el 33% de la población”, destaca Casanova. Por citar algunas áreas, en el ámbito específico de la economía y el empleo, desde el primer momento de incertidumbre laboral al actual de aumento de la pérdida de empleo, Cruz Roja ha trabajado con más de 100.000 personas a nivel nacional, 2.600 de ellas en la provincia de A Coruña. También ha sido importante la labor realizada en el área de socorros, en la que la cifra de personas atendidas es superior a 5.400.
Cruz Roja ya se adelanta a los nuevos retos y trabaja en nuevas estrategias de atención para evitar que nadie se quede atrás: “A partir de ahora, y dado el impacto socioeconómico de la crisis en ámbitos como la pobreza, la exclusión social y el desempleo, intensificaremos nuestra respuesta en ámbitos como la mejora del acceso al mercado laboral y el apoyo a menores en edad escolar con el fin de hacer frente a la brecha digital que afecta a la población más vulnerable, garantizando así el acceso a la educación, y también nos ocuparemos del impacto psicosocial que está dejando esta crisis”.
Una labor, que tal y como destaca el director del documental, cuenta con el reconocimiento de todos, aunque no medien palabras: “Siempre recordaré como, en un control de la policía local de Coruña, vieron los chalecos con el símbolo de Cruz Roja, y nos retiraron los conos para dejarnos pasar… Este documental muestra el poder de Cruz Roja y el respeto que tiene la ciudadanía por todas y cada una de las personas que trabajan en la organización”, concluye Pampliega.