El Ural, uno de los clubs de referencia del fútbol base coruñés, tiene sobre la mesa una oferta del Celta para firmar un convenio de filialidad por el que la entidad viguesa tendría derecho preferencial para incorporar a todos sus jugadores. La oferta no ha sido aceptada, por ahora, por el club que en su día fundó Augusto César Lendoiro. Tampoco es la única que les ha llegado. En realidad están a la espera de que el Deportivo mueva ficha y defina las cantidades de un convenio con el fútbol base coruñés que ahora mismo está en el limbo.
La entidad uralista no se considera vinculada en estos momentos con el Deportivo y apunta que no ha percibido las cantidades pactadas por los derechos federativos de los últimos futbolistas que incorporó el club blanquiazul desde sus filas. Tanto el Deportivo como la Asociación de Fútbol Aficionado Coruñés (AFAC) negocian ahora las condiciones económicas de un convenio que en la Plaza de Pontevedra quieren rebajar en un 70%. Los representantes del fútbol base aceptarían un descuento del 20% sobre una dotación económica vital para muchos clubs que sostienen la práctica del fútbol en la ciudad y que para el Deportivo supone en torno a 60.000 euros por temporada.
Ante esta situación, clubs como el Ural son muy golosos. Con cerca de 500 futbolistas, un equipo instalado en División de Honor juvenil y siempre entre los mejores del panorama gallego, con dos futbolistas de su vivero en la primera plantilla del Deportivo (Yago Gandoy y Adri Castro) y unos cuantos más en el Fabril. No es el Celta el único interesado en conveniarse con ellos, pero sí sería un paso vital para la entidad celeste entrar en A Coruña, donde jamás ha puesto pie con acuerdos de este tipo.
Ahora tratan de llegar a un acuerdo para llevarse a Vigo a dos juveniles de primer año que han jugado esta campaña en División de Honor. Uno es el central Diego Rodriguez, al que el Celta ve condiciones para acoplarse al lateral, y el otro el extremo Pablo Garaboa. Al primero el Deportivo lo ha tenido largo tiempo bajo su radar e incluso entrenando en Abegondo, pero nunca se decidió a incorporarlo. Con el segundo busca ahora un acuerdo.
El convenio del fútbol base suscitó en su día una cierta polémica cuando tras el último descenso del Deportivo a Segunda División se generó una inquietud ante una eventual rebaja. Así lo señalaba el acuerdo, que cuando el club blanquiazul perdía la categoría la aportación económica se reducía a la mitad. Pero la directiva presidida por Tino Fernández decidió entregar las mismas cantidades, como si siguiesen en Primera. El dinero, posteriormente, se fue rebajando y también se retrasaron los pagos.
Ahora el Deportivo quiere pasar la tijera definitivamente, pero el coste es evidente, podría propiciar que clubs de fuera de A Coruña, incluso el Celta, acabasen entrando en la ciudad, al estilo de lo que sucede en Pamplona, donde el Athletic mantiene un convenio con equipos como la Txantrea, el Pamplona e incluso el Oberena, que tras cuarenta años vinculado a Osasuna firmó hace dos con el cuadro bilbaíno.