Todo está en cuestión en el Deportivo, donde mientras suenan tambores de ERE se trabaja para aligerar la nómina del club en varios frentes, dentro del campo, pero también en sus márgenes. Mientras todo ese proceso se completa, la nueva nomenclatura del club avanza en sus espacios de poder para cumplir el mandato de la propiedad, que convierte en imperativo que el club sea sostenible para no poner en riesgo su viabilidad con operaciones que acumulen déficit en caso de fracaso deportivo.
El club avanza con David Villasuso a los mandos y ni siquiera se consideró oportuno que el presidente del Consejo de Administración compareciese en la firma y la fotos de presentación de la renovación del patrocinio con Estrella Galicia, sellado hasta 2025. Una vez más la cervecera está con el Deportivo en las malas. El acuerdo, se supone que de gran importancia para el club, se despachó de cara al exterior con un comunicado de prensa que contenía unas declaraciones de Villasuso extraídas de un catálogo de eslóganes.
El laborioso director corporativo empieza a tejer un entorno a su medida y aquellos actores que se relacionan ahora con el Deportivo celebran encontrar un club, con mayores o menores recursos, pero que destila un aura de profesionalidad en la gestión, detalle que estaba lejos de valorarse en meses pasados. El listón tampoco estaba en las nubes. En la Plaza de Pontevedra anida ahora un equipo de trabajo que en algunos casos da sus primeros pasos en el cainita mundo del fútbol profesional, pero que aporta esfuerzo, dedicación y en, algún caso que tiene que ver con la pelota, pasión. Aún así en todas las organizaciones, por más que se sufran traumáticos vaivenes, siempre queda algún rescoldo del pasado, náufragos que encuentran tablas en mitad del océano inmunes a la tempestad.
Albert Gil Galve (Terrassa, 1975) se incorporó al Deportivo en junio de 2014. Su primer trabajo en el club consistió en ejercer como coordinador de las categorías inferiores, tarea para la que parecía especialmente dotado a la vista del extenso currículum que presentó con experiencia en Valencia, Real Madrid y en tierras mexicanas. Llegaba avalado por su formación como doctor en Educación Física, máster en Alto Rendimiento, postgrado en readaptación deportiva e incluso una incursión en el campo de la psicología con un segundo doctorado en Ciencias del Comportamiento. Aún así no era, ni mucho menos, la opción preferida en el club. Al frente de la responsabilidad deportiva, en los albores de la nueva directiva que entró en enero de 2014, Fernando Vidal tanteó al suizo Marco Otero, tal y como informó en exclusiva La Voz de Galicia. Pero las aspiraciones económicas que se encontró no se ajustaban a un club que acababa de cerrar su proceso concursal y negociaba un calendario de pagos con Hacienda y bancos acreedores para liquidar más de 120 millones de euros.
Vidal nunca había visto trabajar a Otero, que estaba en el Grasshopper y desde hace dos años dirige la cantera del Valencia. Pero se manejaba por referencias y las consideró buenas. De Gil también le llegaron algunas, las primeras al inicio del mes de diciembre de 2013 cuando el Deportivo todavía estaba dirigido por Augusto César Lendoiro. Fue entonces cuando Vidal supo de Gil, que por una serie de cuestiones personales estaba interesado en mudarse a A Coruña.
En el imaginario deportivista ha germinado la idea, nunca desmentida por los protagonistas, de que Gil llega de la mano de Vidal al Deportivo. Pero en realidad el expresidente, entonces responsable del área deportiva del club, desaconsejó su fichaje de puertas adentro. “De fútbol no tiene mucha idea. Es bueno en cuestiones informáticas. A lo mejor es un buen fichaje para Altia», sugirió. Gil se movió por otros vericuetos y acabó en la casa blanquiazul a pesar de las advertencias de Vidal: “Por lo que sé es un muchacho bastante oscuro que dura poco en los sitios”, explicó.
Gil lleva siete años en el Deportivo. Ha sobrevivido a Vidal, del que se convirtió en pretoriano, a Tino, a Zas, a Armenteros, a Vidal-Cebrián, a Carmelo y a Barral, al capitalismo popular y a Abanca, a Primera, Segunda, Segunda B y Primera Federación, al Fabril de los catalanes y al de los canarios. Y luce campeón con el juvenil a pesar de que ya hace mucho tiempo que no es el hombre más popular de Abegondo. Unos cuantos entrenadores con los que coincidió allí están de acuerdo con la primera referencia de Vidal sobre las capacidades del que luego llegó a ser uno de sus bastones en el club, cuando estaba dentro, pero también fuera. A Gil se le debe reconocer, con todo, alguna decisión atinada como la del convenio con el San Tirso que ayudó a aumentar la competitividad del fútbol base, decisión que por cierto criticaron agriamente clubs de base coruñeses que se suponen deportivistas.
Ahora a Gil se le señala como el hombre de confianza de David Villasuso, pero no por ello ha perdido el contacto con el expresidente defenestrado por los jefes de su jefe, a cuyo feudo acude para compartir desayunos, se supone que sabrosos. El licenciado en Educación Física, maestro especialista en fútbol y coordinador de escuelas deportivas, integra la dirección corporativa del club después de transitar entre Abegondo y la Plaza de Pontevedra con diversas funciones. En su perfil de LinkedIN se define como “director de formación”.
En abril de 2020, el Deportivo anunció el nombramiento de Gil como “director de organización” y primer ejecutivo del club, en teoría la persona en aquel momento con más poder ejecutivo en la entidad por debajo del presidente del Consejo de Administración. Que a alguien se le ocurriese que Gil podía asumir algunas de las tareas que llevaba José Benito González-Dans, el anterior director corporativo, es como si en Mercedes pensasen que a Lewis Hamilton lo pueden cambiar por un piloto de moto-cross. Dos meses después, con la promoción interna de Villasuso a las órdenes de Abanca, se acotó la labor organizadora de Gil al apartado deportivo. Hoy, en un nuevo giro, ya apenas pisa Abegondo, donde quien tiene mando en plaza es Fran, atento ahora a diseñar un organigrama con direcciones que se encarguen de aspectos como la preparación física, táctica o metodología, donde en las próximas fechas se anunciará un nombramiento.