El polvorín del Deportivo femenino ha estallado con estrépito justo la semana en la que debe rendir visita a su rival directo por el ascenso a la Liga Iberdrola, el Levante Las Planas. El club blanquiazul emitió en la mañana de este jueves un críptico comunicado en el que anunciaba la apertura de un “expediente de investigación” al entrenador, Miguel Llorente. El técnico queda apartado de sus funciones mientras se resuelven esas indagaciones y asume su tarea Kevin Cabado, que hasta ahora estaba al frente del filial, quinto clasificado en su grupo de Primera Nacional y que ya este miércoles no estuvo con el equipo en León.
La segunda entrenadora del Deportivo femenino y exjugadora del club, Ana González, apunta el comunicado que ha renunciado a su puesto. Lo que no explica es que lo hace tras serias disensiones con Llorente, que alcanzan también a alguna de las futbolistas con más peso del vestuario, que tampoco tiene buena relación con el entrenador. En ese contexto, una denuncia anónima al canal ético del club ha activado el protocolo para abrir una investigación. El Deportivo ya aclara que no se trata de un asunto ni de carácter sexual ni en el que medie violencia. diSínoticias así lo ha confirmado: tiene que ver con algunas supuestas palabras que habría pronunciado el entrenador en el contexto de la caseta y que podrían entenderse como racistas.
El club no da nada ni por hecho ni por supuesto y abrirá ahora un proceso para determinar que ocurre en torno a esa acusación que está por probar sino para saber que estaba sucediendo no ya con el técnico sino con un colectivo que hila seis jornadas sin conocer la victoria, justo en la fase decisiva de una competición que lideraba y en la que ahora es tercero a cuatro puntos de su rival del próximo fin de semana.
Llorente es un madrileño con una dilatada trayectoria en la base del Barcelona, donde se empapó de una idea de juego que quiso aplicar en Abegondo. El pasado verano, justo antes del inicio de la pretemporada, llegó al equipo después de una extemporánea y costosa destitución de Manu Sánchez y la salida del club de Pablo Pereiro, responsable del equipo y figura que no encontró reemplazo. Sin una cabeza visible en un entorno complicado, las relaciones en la caseta se han ido degradando hasta generar un lamentable episodio que queda a la vista de todos y que el club debe aclarar cuanto antes para definir responsabilidades sin marcar a inocentes.