Ricardo González, un exconsejero del Real Club Deportivo, ha asumido la dirección de la academia de formación de futbolistas de entre 6 y 18 años que ha establecido el Atlético de Madrid en Venezuela, donde apunta que estará la matriz para crear nuevos centros en Sudamérica y el Caribe. A Caracas ha regresado González, que fue uno de los hombres de confianza de Fernando Vidal durante los trece meses que el fundador de Maritime Global Services presidió el Deportivo y en los que la mayoría accionarial del club quedó en manos de Abanca. González, al que cuando se incorporó al Deportivo algunos medios de comunicación presentaron como un magnate, integró en enero de 2020 al equipo de trabajo de Vidal como socio 25.969 del club y reivindicó su vínculo afectivo y familiar con el club coruñés, con el que según explicó entonces ya había colaborado años atrás durante la presidencia de Augusto César Lendoiro para hacer posible una gira del equipo por Venezuela. Fue entonces cuando ejerció de anfitrión del expresidente ante la posibilidad de que inversores de ese país pudiesen entrar en el capital social deportivista en el proceso de ampliación de capital que buscaba nutrir al club con 60 millones de euros y que en su fase final conllevaba difuminar la participación de los casi 25.000 accionistas minoritarios.
Ahora Ricardo González vuelve a Venezuela para pilotar un proyecto del que asegura que se siente “super orgulloso” por canalizar “todos los conocimientos y la filosofía del Atlético de Madrid”. “Ellos conocen y ven en Venezuela un biotipo de jugador interesante y decidieron dar el paso. Es uno de los clubs más importantes del mundo y sus exigencias son totales”, explicó en una entrevista emitida en la emisora caraqueña Unión Radio. González detalla en otra intervención radiofónica como durante su estancia en A Coruña hizo “muy buenos amigos”, en referencia a Enrique Cerezo, presidente del Atlético, y al máximo accionista Miguel Ángel Gil Marín.
La academia del club colchonero se ubica en un complejo deportivo que se reforma para atender a lo que González califica como “altos estándares de un gran club”. “Esto no es un campamento. Es el Atlético de Madrid en Venezuela”, advierte el exconsejero deportivista, que asegura que la academia busca también mujeres con talento. “El Atlético cree en el fútbol femenino y en Venezuela somos una potencia”, explicó en una entrevista en la emisora MundoUR, donde incidió sobre su papel para que Gaby, exjugadora deportivista entre 2017 y 2021 jugase en A Coruña, destino al que llegó procedente del Estudiantes de Guarico. “Yo fui consejero del Deportivo muchos años (sic) y fui quien la llevó allí”, relató González. “La sacamos en su momento cuando teníamos el Real Esppor y la llevamos al Deportivo de La Coruña”, abundó el exconsejero blanquiazul en una entrevista con el canal televisivo IVC.
Para el asentamiento de la academia colchonera en Venezuela el pasado mes de octubre, González anunció la visita de Cerezo, Gil Marín e incluso la del exfutbolista David Villa. Pero ese desplazamiento institucional no ha sido posible hasta la fecha. Lo que sí se produjo fue una intensa presencia de González en medios de comunicación para explicar que la inversión en el complejo de La Guacamaya alcanza los 6 millones de euros y que media un contrato de arrendamiento por 27 años.
En esas intervenciones en radios y televisiones compareció Ricardo González perfectamente equipado con gorra y chándal con el escudo de su nuevo club para detallar las bonanzas de una iniciativa que, apuntó, podría llegar a ofrecer “una experiencia atlética” a los jóvenes futbolistas más destacados con una estancia becada anual en Madrid. Con todo, ha brotado alguna queja por los elevados precios de matrícula en la academia en un país en el que el salario medio al mes se sitúa en el entorno de los 150 dólares. La academia que dirige González ofrece estos días por 2.890 euros un desplazamiento a los interesados en participar en la Mad Cup, un torneo de fútbol base que tendrá lugar en Madrid el próximo mes de junio.
Mientras tanto González, del que a su llegada a A Coruña se publicó que era propietario de un grupo de casinos y empresas de juego, se pone la gorra y el chándal para desgranar su ideario balompédico. “En el fútbol mundial hay dos problema nada más: en las inferiores los papás y en los primeros equipo el técnico. La ventaja que el equipo contrario tiene los mismos problemas. El que mejor lo gerencie es el que queda campeón”, explica en una de sus entrevistas televisivas el exconsejero del Deportivo, que durante su estancia en A Coruña se significó también por estar en primera línea en la defensa de los intereses del club tras los acontecimientos derivados del aplazamiento del partido contra el Fuenlabrada y el descenso del equipo herculino a Primera RFEF.