La encuesta de Sigma Dos que sitúa a Miguel Lorenzo al borde de los 12 concejales disparó los lamentos este lunes en María Pita. Por primera vez las huestes de Inés Rey y José Manuel Lage Tuñas perciben que el desastre es posible, que lejos de llegar a la mayoría absoluta que deberían de tener en la mano con que hubiesen cumplido con unos mínimos sus promesas o en su talante se plasmase ese diálogo que pregonaban y no aparece, se encuentran en la frontera de perder la alcaldía. La figura de Miguel Lorenzo, un candidato que no tiene reparos en patear la calle, crece en contraposición a la de una alcaldesa que ha empezado a salir de palacio, pero en visitas selectivas y cocinadas. No son pocos los socialistas, dentro de una agrupación local dividida, que advierten de la que se avecina. Y son varias las figuras de referencia en el partido que admiten valorar que Lorenzo, al que tienen por un hombre de consenso y del que nadie tiene una mala palabra, que busca sería opción más que válida para tomar el bastón de mando a partir del próximo verano.
El sondeo, realizado sobre más entrevistas que el hecho público por Sondaxe a principios de mes, integra ya la referencia de José Manuel Sande al frente de la candidatura de Podemos y constata que su presencia daña las opciones de PSdeG, Marea e incluso BNG, que crecería menos de lo que espera, de 2 a 3 ediles. Pero la definición de lo que ocurre en A Coruña se entiende a partir de que Rey no mejore sus resultados de hace cuatro años y se barrunte un trasvase de votos que en su día apoyaron a la alcaldesa socialista hacia un candidato del PP que no sólo abraza posiciones moderadas y centristas sino que suscita la aprobación de muchos notables situados en la izquierda.
La situación que dibuja la encuesta de Sigma Dos, la empresa del sector con un mayor índice de fiabilidad según datos de Electomanía, fue publicada este lunes en El Mundo y advierte sobre la posibilidad de que A Coruña esté gobernada por un tripartito e incluso un tetrapartito, una experiencia que ahondaría en pasados gobiernos de coalición que jamás funcionaron en la ciudad. El sondeo advierte además sobre la posición de Vox, formación a la que la encuesta sitúa próxima a lograr un edil, con un 4,9% de los sufragios, más del doble del 2,1% obtenido hace cuatro años. En un contesto de caída de la ultraderecha y con una candidata que no emite señales de vida es complicado, aún así, imaginar que en clave local y con el ayuntamiento en el punto de mira de los electores ese voto del descontento lo vaya a capitalizar la formación verde con tanta fuerza como para acceder al Palacio de María Pita.
Con todo, la zozobra en el feudo de Rey y Lage anuncia una reacción inmediata. En principio está prevista la presencia de la alcaldesa el próximo viernes en Ascega, un escenario que el gobierno local ha desechado visitar en recientes debates y en el que se aguardan peliagudas cuestiones que deberá responder Rey, que hace cuatro años no tuvo problemas en acudir al debate electoral al que no asistió Xulio Ferreiro. Esta vez el formato apunta a que los candidatos pasen uno a uno por la sede de la asociación de emprendedores. Toca tomar decisiones y la sensación entre los fieles que le quedan al gobierno local es que la tendencia es irreversible, ya no hay tiempo para arreglar el desaguisado y sí para minimizar daños y retener la alcaldía aunque sea al frente de eso que en su día el fallecido socialista Alfredo Pérez Rubalcaba bautizó como un gobierno frankenstein.