El avispero del gobierno municipal en A Coruña vuelve a saltar. Juan Díaz Villoslada, concejal de Urbanismo, hará efectiva en las próximas horas su dimisión. Saldrá del equipo de Inés Rey y de la corporación en beneficio del número 10 de la lista electoral, que curiosamente es Francisco Dinís Díaz Gallego, uno de los pretorianos de la alcaldesa. De la mano de Rey, en apenas 48 horas, accede a la vicesecretaría general del partido en la agrupación socialista coruñesa y al acta de concejal que anhelaba desde que hace tres años se quedó al filo de conseguirlo.
Villoslada se va hastiado, tras caer en desgracia en María Pita y quedar absolutamente aislado en el reciente proceso electoral de los socialistas de la ciudad. No fue en ninguna lista para integrar el comité provincial o el nacional. Inés Rey repartió juego para todos, menos para él. Así, su paso por la política, salvo volantazo, habrá durado apenas seis años. En 2016 entró en ella tras renunciar a su puesto como gerente de la Universidad de A Coruña, donde había estado cuatro años tras solicitar una excedencia en su labor como alto funcionario en el concello coruñés, donde fue jefe de servicio de Personal y director de Facenda. Todo eso quedó atrás cuando se integró como número 3 en la lista electoral con la que Xoaquín Fernández Leiceaga logró un hito: llevar al PsdeG a ser la tercera fuerza política de Galicia. En siete años el partido había perdido 11 de sus 25 escaños y pasó de suscitar algo más de 555.000 apoyos en las urnas a recibir el voto de 254.000 gallegos. Villoslada estaba ahí.
El desastre electoral no sólo no le arredró sino que le animó a mirar más alto. Así un año después se enfrentó en las primarias para liderar el partido a Gonzalo Caballero. De las siete grandes ciudades, sólo ganó en Vigo al sobrino de Abel. Reenganchó como parlamentario autonómico, pero no duró mucho en ese rol porque aceptó el ofrecimiento para integrarse en la candidatura de Inés Rey. Su siguiente trabajo consistió en hacerse cargo de la concejalía de Urbanismo, Vivienda, Infraestructuras y Movilidad, a priori una golosina de competencias que con el tiempo se quedó en bien poco.
El tecnócrata Villoslada no podía controlar siquiera la incontinencia de su, en teoría subordinado, Francisco Dinís Díaz Gallego, que en las redes sociales ha mantenido alguna conversación burlesca en la que sacaba pecho por decisiones criticadas por un sector de la ciudadanía. Lo probable es que sea este joven arquitecto lucense de escasísimo bagaje profesional quien tome las riendas del urbanismo coruñés al frente de una concejalía en la que se ha contribuido a profundizar en el caos que impide dar salida en tiempo y forma a las licencias que piden los ciudadanos o instituciones para realizar, por ejemplo, rehabilitaciones en edificios.
La dimisión de Villoslada pone en evidencia los sobresaltos en un grupo municipal socialista en el que ya se había producido un relevo cuando la alcaldesa destituyó de sus funciones a Eva Martínez Acón en medio de la polémica por las acusaciones de los anteriores rectores socialistas respecto a que tanto Rey como el portavoz municipal José Manuel Lage Tuñas no abonaban las cuotas concertadas con el partido. Pero pocos echarán de menos a Villoslada.