A Coruña y Vigo han competido, compiten y competirán siempre como los dos motores más importantes de Galicia a nivel social y económico. En este sentido, la ciudad herculina y su área metropolitana ha llevado cierta ventaja durante la última década, pero la distancia no deja de acortarse y una muestra más fue el crecimiento de la ciudad olívica en renta por habitante durante la pandemia, que multiplicó por cuatro la subida de los coruñeses.
Así lo refleja un estudio del Atlas de Distribución de Renta de los Hogares publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadísitica. A lo largo de 2020 y tras el duro confinamiento por la llegada del COVID, las ayudas por parte de la administración provocaron un aumento generalizado. En Galicia subió un total de 129 euros con respecto a 2019, siendo Vigo la ciudad donde más ascendió la renta por habitante: unos 231 euros, lo que supone un 1,79 por ciento más.
Ninguna de las otras grandes ciudades gallegas superaron los 200 euros de subida. Lugo se quedó en 146, mientras que Pontevedra y Ourense apenas alcanzaron los 125 euros. A Coruña subió 55 euros (un 0,38 por ciento) y a la cola se quedó Santiago de Compostela, con 13 euros más respecto a 2019.
Tanto A Coruña como la capital de Galicia fueron, de todas formas, las ciudades con la renta ‘per cápita’ más alta en 2020, pero con Vigo llegando con fuerza en el tercer escalón. El impacto económico de la ciudad, según el propio INE, se reflejó también en que prácticamente toda el área viguesa, con concellos al alza como Nigrán y sus 433 euros de aumento.
Hace ahora un año que Abel Caballero, alcalde de Vigo, recibió en su despacho de la ciudad olívica a la alcaldesa de A Coruña. Inés Rey acudió allí y se descubrió ante el hijo adoptivo coruñés, nombrado en 1990 cuando como ministro de Transportes contribuyó, según se votó en el Palacio de María Pita, al despegue de Alvedro. “Aprendo de tí”, le dijo Rey a Caballero.