El edil Francisco Dinís Díaz Gallego tiene una misión para este 2023: proteger uno de sus bancos instalados en la calle Compostela cueste lo que cueste. No hay quién convenza al edil socialista, ni siquiera haga dudar, de que los problemas que está generando el citado banco sean causa de una instalación inadecuada. La conspiración está en marcha. «Lo gafan», apunta.
El último paso ha sido la instalación de una cámara de seguridad en el cruce entre la calle Picavía y la Compostela. Se trata de una cámara electrónica instalada por orden de la Concejalía de Movilidad con el objetivo, al menos sobre el papel, de controlar los accesos de la zona peatonal para que vehículos no identificados entren en una zona a la que sólo pueden acudir los vecinos con plaza de garage o los de carga y descarga.
Decimos sobre el papel, porque no es tan sencillo sancionar por estas infracciones a través de estas cámaras. No sanciona automáticamente, como sí lo hacen las cámaras de La Marina y que a día de hoy continúan multando a 40 conductores cada día.
En este caso, la cámara se controla desde la sala de pantallas de la Policía Local y los agentes tendrían que estar atentos para imponer posibles sanciones a vehículos o controlar cualquier altercado que se produzca en la zona. Por ejemplo, algún incidente con el famoso banco, convertido ya en símbolo de un modo de entender la movilidad y el tránsito en A Coruña.
Desde el Concello se enorgullecían hace unos días de haber identificado a la autora de uno de los destrozos, sin confirmar por supuesto si se trataba de un accidente o un acto deliberado. También apuntaba Díaz Gallego en Twitter que «ya hay cámara. Obviamente, a los que lo destrocen se les reclamará el arreglo».
Y mientras esta codiciada pieza del mobiliario se protege como oro en paño, vecinos de los diferentes barrios de la ciudad siguen clamando por más vigilancia en sus calles, donde cada semana se producen actos de vandalismo y la inseguridad no deja de subir puestos en la lista de principales preocupaciones de los coruñeses.