La suciedad en las calles de A Coruña hace tiempo que es un problema que ciudadanos de los diferentes barrios señalan como uno de los graves problemas de la ciudad. Lejos de ponerle remedio, el gobierno de Inés Rey sigue escondiendo la basura bajo la alfombra, obviando que cada vez son más los vecinos hartos de tener que afrontar cada caminata por la acera como si de una carrera de obstáculos se tratase.
Porque eso es lo que está sucediendo en las últimas semanas en diferentes puntos de la ciudad, sobre todo con la recogida de voluminosos. Asociaciones de vecinos como la del Orzán ya han iniciado una campaña para concienciar a la gente de la importancia de mantener el barrio llamando al 010 para la recogida de este tipo de basura, pero a medida que pasan los días parece más probable que el problema no sea únicamente la falta de civismo.
Según apuntan vecinos de otras zonas, «lo que está pasando es que los camiones de los muebles y recogida llevan dos semanas sin salir porque la concesionaria no saca los camiones a trabajar. Lo peor de todo es que el concello lo sabe y no hace nada». Otro vecino apunta que «llamé al ayuntamiento, me dijeron día y no pasaron a recogerlo. Volví a llamar para recordarlo y aun así pasaron a recogerlo casi una semana después. Antes pensaba que la gente los dejaba sin llamar. Ahora ya dudo».
El ya recurrente problema con la suciedad viene de acentuarse hace pocas semanas con la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que anuló el contrato del servicio de recogida de basura. La respuesta del Concello fue curiosa: «Isto é unha oportunidad», señalaban tanto Inés Rey como Lage Tuñas.
Mientras el gobierno municipal trata de aprovechar esa «oportunidad», los vecinos continúan viendo sus calles llenas suciedad de todo tipo, desde las clásicas bolsas de residuos, a cartones o, cada vez de forma más habitual, colchones y metálicos.