En un alarde condensador, el ayuntamiento de A Coruña ha logrado albergar en una misma calle dos de las cuestiones que más preocupan a sus vecinos en los últimos meses: las humanizaciones que no avanzan y la inseguridad ciudadana que no cesa. Esa es la situación generada en Alcalde Marchesi, la vía que une la fuente de Cuatro Caminos con los centros comerciales que otrora fueron uno de los nudos de la ciudad. En el intento de revitalizar la zona el ayuntamiento abogó por darle prioridad al peatón y retirar los coches de la calle, una idea que bien ejecutada no tiene por qué se mala. Pero aquello se convertido en la obra de El Escorial mientras los vecinos ya se han tenido que recurrir a alternativas para estacionar sus coches.
Ahora llega la inseguridad, animada por el estado de una zona que parece un campo de minas. Comerciantes y vecinos de la calle han alzado la voz para denunciar que se ha generado un foco de conflictividad, peleas y delincuencia. Mientras tanto en el ayuntamiento el proceso es similar al vivido en otros puntos de la ciudad, donde sólo se empezó a actuar cuando la situación ya era insostenible y los afectados salieron a la calle a manifestarse.
Hoy se cumplen cuatro meses desde el inicio de las obras de eurbanización y peatonalización en la calle Alcalde Marchesi, donde el ayuntamiento anuncia que instalará vegetación y zonas verdes como “pequeñas islas” con flores y arbolado. Además en la intersección con la calle Primavera está previsto instalar una base de carga de dispositivos y conexión a internet que desde María Pita se denominan “árboles tecnológicos”. El presupuesto de las obras frisa el millón de euros y el gobierno local apuntó que con la humanización logrará “el bienestar” de los ciudadanos, así como potenciar el comercio local en la zona y mejorar la movilidad de la ciudadanía en un entorno seguro, que ya era el que había.
Mientras tanto a los vecinos les vale con salir a la calle sin miedo a ser atracados.