Aunque el supuesto líder del PSdeG y presidente de la Diputación coruñesa, Valentín González Formoso, sigue jugando al escondite con sus planes para el año político en curso, en su entorno más cercano se da por hecho de que se presentará a la reelección como alcalde de As Pontes mientras gana tiempo para ver qué pasa con su candidatura a la Xunta de Galicia como rival de Alfonso Rueda.
La Ejecutiva gallega del PSdeG tendrá que ratificar las listas de los 313 municipios en una reunión programada para el sábado 11 de marzo, con el fin de remitirlas a Madrid para su sanción definitiva en el Comité Federal del 18 de marzo, según los plazos que maneja González Formoso.
Su éxito en As Pontes se da por descontado, a pesar de que en los últimos ocho años apenas pasa más tiempo en su municipio natal que el de dormir. Alcalde desde el 2007, y concejal desde el 2003, en los últimos años ha tirado de populismo para ponerse al frente de todas las protestas de los camioneros y otros sectores afectados por la arbitraria decisión de cerrar la planta de Endesa, motor económico de la comarca.
Poco le importó que la autora del atropello fuera una teórica compañera de partido, la ministra socialista Teresa Ribera, y optó por el perfil propio que le ha servido para ocultar una muy deficiente gestión en los últimos cuatro años, donde As Pontes ha desperdiciado la oportunidad de rentabilizar sus inversiones y ha perdido población y peso económico.
Pero Valentín tiene una segunda reválida que se presumía más sencilla meses atrás: la renovación del poder provincial en la Diputación.
El pésimo momento electoral del PSOE, con un retroceso generalizado en toda la provincia, especialmente significativo en las tres grandes ciudades, hace que el PP se encuentre muy cerca de recuperar el poder en el palacete de la Avenida del Puerto, uno de los principales anhelos electorales de los populares.
Todos los analistas consultados dan por hecho que el PSOE no mejorará resultados en casi ningún municipio. La rivalidad entre el actual secretario provincial, Bernardo Fernández, alcalde de Pontedeume, y José Manuel Lage Tuñas, secretario de Organización del PSdeG, hace que sean incapaces de cerrar candidaturas del partido en todos los municipios de la provincia, mientras que el PP ha conseguido atraer a la mayoría de los independientes escindidos de su formación, lo que aumenta sus posibilidades de rentabilizar cada voto.
Al desplome de los socialistas en Ferrol y Santiago se suma la bajada del PSOE en A Coruña, que Sondaxe solo logra camuflar en la cocina y que queda en evidencia en otras encuestas de organismos de prestigio como GAD3. Y, además, la división de la extrema izquierda en A Coruña hace casi imposible que repitan el diputado provincial de los últimos dos mandatos.
Así las cosas, un hipotético fiasco del PSOE dejaría a Valentín González sin el altavoz mediático (y económico) que necesita para hacer frente al PP, que sigue al alza tras el relevo de Alberto Núñez Feijoo, con un Alfonso Rueda que supera con nota cada encuesta.
Y ese mazazo podría complicar incluso las aspiraciones del aún alcalde de As Pontes a liderar la candidatura autonómica en el verano del 2024, algo que, vistas las encuestas, tampoco parece hacerle demasiada ilusión a González Formoso, aunque ha fracasado en el primer intento de pasarle el amargo cáliz a su teórico amigo Xosé Ramón Besteiro.