A Coruña lleva patas arriba con motivo de las numerosas obras y son muchos los vecinos que han tenido que resignarse a sortear obstáculos en su día a día. Lo que no esperaban, en todo caso, era que además de dificultarle su actividad rutinaria, las actuaciones municipales pudieran también costarle horas de sueño.
Ha sido el caso de los residentes de la calle Orillamar, que en la madrugada del pasado jueves despertaron sobresaltados – eso los que pudieron conciliar el sueño – al escuchar una taladradora perforando la calzada a la altura del cruce con la Travesía de Orillamar.
Los trabajos, que recoge el siguiente vídeo publicado por La Opinión, arrancaron pasada la medianoche y se prolongaron hasta casi las 2 de la madrugada con un ruido molesto entre la perforación y la recogida de los cascotes con una excavadora.
Según explicaron fuentes cercanas al diario, el Concello programó las actuaciones de madrugada para no afectar al tránsito de transporte púbico en una de las zonas por la que más autobuses circulan a lo largo del día.
Más allá de lo acertado o desacertado de la decisión, lo que más molestó a los vecinos es la falta de previsión y aviso en la zona. Como ya sucedió también la semana pasada con el campo de fútbol en Eiris, nadie del gobierno municipal advirtió a los residentes de las obras e incluso muchos confundieron las marcas de perforación en el suelo con nuevos paso de peatones.