La inseguridad es desde hace meses uno de los problemas que más preocupa a los vecinos de A Coruña. Pero, desde luego, no es el único. Según los datos que publica La Opinión de un informe de la Cocina Económica, cerca de 1.700 personas fueron atendidas por la entidad, de los cuales un 40 por ciento acudía por primera vez.
El aumento con respecto a 2021 fue del 14% y este aumento de la pobreza y la desigualdad no parece que vaya a detenerse en 2023. Se alcanzan cifras récord en lo que se refiere a usuarios del banco de alimentos, entre los que cada vez hay más mujeres. El año pasado, la edad media de los que acudían por primera vez fue de 44 años.
Los datos reflejan que prácticamente una cuarta parte de la población está en riesgo de pobreza y exclusión social. Aunque tan preocupante es que con una tasa de paro del 10% en la ciudad, haya muchos que incluso trabajando se vean obligados a acudir a la Cocina Económica.
Pablo Sánchez, trabajador social de la entidad, reflexiona sobre las claves de esta situación en el mismo medio, apuntando que “formará parte de la realidad social del país en las próximas décadas”. Situando el punto de partida en la crisis de 2008, cree que la pandemia y la guerra de Ucrania ha influido. A lo que añade otro factor: “Existe un movimiento migratorio continuado de personas y familias hacia España, sobre todo desde países de América Latina, Marruecos y África subsahariana”. Según el informe, más de la mitad de las personas que acudieron por primera vez en 2022 son extranjeros.
Sánchez también pone el foco sobre el problema de la vivienda: “Atendemos a personas que destinan hasta el 90% de sus ingresos a pagar la vivienda. Muchos tienen que compartir con otras familias o amigos. A Coruña ha tocado techo en relación a la oferta de viviendas y habitaciones en régimen de alquiler”.