“Aquí va a tener que pasar algo muy gordo para que nos hagan caso”, explicaba un vecino. Más de un centenar se reunieron esta mañana en una convocatoria ante la iglesia de San José, en el corazón del barrio de Monte Alto para clamar por la inseguridad en la zona. Todo se alteró además cuando una persona a la que se identificó como “uno de los habituales” apareció para increpar a uno de los cámaras que estaba haciendo su trabajo para cubrir la información y preguntando: “A ver, ¿qué dais aquí?”. Varios vecinos se enfrentaron a él verbalmente. “Andas por ahí amenzando a la gente, entras en los negocios a mangar las propinas, cállate la boca, no te vayas de santiño. Estamos aquí manifestándonos contra tí y contra gente como tú. No os queremos aquí”.
Vecinos y comerciantes se declararon hartos de la situación. “Aquí tratamos de criar a nuestros hijos, queremos un barrio en el que puedan crecer y aquí hay trapicheos, gente que entra en nuestros negocios a joderle la vida a los trabajadores. No quieren el dinero para comer”, explicó uno de los vecinos que se enfrentó a la persona que acudió a increparles. Otra vecina tomó la palabra ante los medios para reclamar más puntos de luz en el Campo Volante (Campo de Marte).
«Monte Alto te necesita», rezaba el lema de la convocatoria impulsada por comerciantes y vecinos que actúan al margen de la asociación vecinal. «¿Te gusta Halloween en Monte Alto? ¿Te gusta la iluminación de Navidad en Monte Alto y lo entrañables que se ven las calles? ¿Te gusta que se organicen actividades y fiestas en Monte Alto? Pues ahora es tu hora para que sigan existiendo», explicaban.
Varios integrantes de la oposición en María Pita estaban allí, concejales del PP con Miguel Lorenzo al frente, uno de los más firmes defensores del regreso de la policía de barrio. No había rastro ni del BNG ni de representantes del gobierno local. Justo el pasado lunes representantes de la mayoría de las asociaciones vecinales de la ciudad se reunieron con el grupo nacionalista que sostiene el gobierno de Inés Rey para explicarles que los barrios están abandonados, sin limpieza, con escaso mantenimiento, problemas de accesibilidad y sobre todo con un grave problema de inseguridad ciudadana, que durante meses tanto BNG como PSOE han minimizado.
En Monte Alto han crecido de manera exponencial las denuncias por robos y altercados propiciados por drogodependientes. La vigilancia policial es escasa en una ciudad en la que la ratio de agentes de policía local está un 26% por debajo de la recomendada por la Unión Europea. La solución que plantean los representantes de la Policía Local, mientras no se incorpore la cantidad de efectivos necesaria para acabar con ese déficit de agentes, pasaría por establecer servicios de refuerzo continuos, principalmente en fines de semana, cuando se da la mayor escasez de policías.
El pasado mes de septiembre la alcaldesa Inés Rey, que en su día apuntó que A Coruña era una ciudad segura, anunció que se iba a actuar «en puntos identificados que generan alarma entre los ciudadanos». No parece que uno de ellos sea Monte Alto. El presidente de la asociación vecinal reconoce que ya son varios los vecinos que han propuesto hacer patrullas ciudadanas ante la ausencia de soluciones por parte del Concello. La presencia de narcopisos y el aumento de la inseguridad se ha denunciado en varias zonas de la ciudad.