Llegaron a ser diez, tras las últimas elecciones se quedaron seis y a día de hoy ya son cuatro. Más allá de las chatas expectativas electorales de cara al próximo mes de mayo, la Marea Atlántica se desinfla aún más tras la confirmación de que el relevo en el Concello coruñés de la dimitida Claudia Delso no se integrará en el Grupo Municipal mareante. Susana Soneira será concejala no adscrita tras tomar el mismo camino que emprendió Isabel Faraldo después la marcha de Xiao Varela. La decisión deja al combo PSOE-Marea en minoría en el ayuntamiento, con 13 ediles del total de 27. También le deja margen al Gobierno local para llegar a mayorías sin contar con la Marea, aunque los puentes con el BNG ya hace tiempo que están desplomados. “Damos por roto o pacto de investidura”, llegó a espetarle el portavoz nacionalista Francisco Jorquera a Lage Tuñas, su homólogo socialista.
Soneira concurrió a las pasada elecciones como número 9 en la lista encabezada por Xulio Ferreiro, que tomó las de Villadiego una vez que la debacle electoral confirmó que no iba a revalidar su cargo como alcalde de A Coruña. Casualmente el número 7 era Iago Martínez, su mano derecha como jefe de gabinete durante los cuatro años anteriores. La confección de las listas ya causó las primera fricciones en la formación frentista cuando las aspiraciones de Podemos por rascar un puesto de salida se laminaron para que el edil nacido en Vigo escalase posiciones a costa de Faraldo, que le siguió en el escalafón y ni tuvo dudas cuando el destino le dio la opción de entrar en María Pita: estaría al margen de la Marea.
Soneira también tenía aspiraciones de escalar en aquel listado, presentada como fue por Ferreiro como una incorporación estrella. Decana del Colexio de Graduados Sociales de A Coruña y Ourense, Soneira ya tenía una experiencia tangencial en la política como pareja del fallecido Fernando Rodríguez Corcoba, ex portavoz del PP en María Pita, candidato a la Alcaldía en 2003 y a la postre líder del COR.CO.BA. (Coruñeses con Buenos Argumentos) cuando pilotó una escisión que en las elecciones municipales de 2007 recabó poco más de 2.500 votos.
“No estaré ni con Marea, ni con Podemos ni con ninguna otra formación”, explica ahora Soneira, que reivindica su “independencia” y por ahora continuará al frente del decanato de los graduados sociales, que está por ver como reaccionan ante esta aventura política que se presume fugaz.