Gonzalo Caballero se lleva un serio revolcón demoscópico a una semana de las primarias socialistas. La prospección realizada por Sondaxe apunta a que año y medio después de las últimas elecciones autonómicas, la oposición que lidera el sobrino del alcalde de Vigo está en el mismo punto que tras acudir a las urnas, como tercera fuerza política y con un grado de apoyo muy similar al obtenido entonces.
El mapa político gallego apenas se movería según la encuesta. El liderazgo de Alberto Núñez Feijóo es incontestable, con un leve desgaste del que se beneficiaría la izquierda, que restacaría tres escaños en O Hórreo respecto a los 42 que alcanzó el Partido Popular en el verano de 2020. Pero no los rascaría el Psdeg-PSOE, sino que pasarían a engrosar las filas de Podemos, que entraría en el Parlamento, y del BNG, que incrementaría su ventaja sobre los socialistas y dejaría a Gonzalo Caballero anclado en la tercera fuerza política de la comunidad.
La encuesta abunda además en el proceso de primarias que enfrenta a Caballero con Valentín González Formoso e incide en que, siendo más conocido que su rival, el actual secretario general del partido es menos valorado y suscita menos apoyos entre los votantes socialistas que el presidente de la Diputación de A Coruña. A Caballero sólo lo prefieren como candidato quienes reconocen que votan a otras fuerzas.
Con todo, Caballero dispone de algún apoyo significativo. Ramón Medina, exdirector xeral de Saúde Pública, escribe un artículo en El Correo Gallego en el que pondera la capacidad del líder de los socialistas gallegos. “En la crisis covid actuó como un gran hombre de Estado”, apunta Medina, que apunta que ahora es necesario la continuidad de Caballero para enfrentar la crisis económica. “Ha políticos al servicio de la comunidad y políticos al servicio de sus intereses personales. Los ciudadanos tenemos que ser capaces de separar el trigo de la paja”, incide el exdirector xeral.