Manuel Mirás Franqueira, alcalde de Oroso desde el año 2002, con una breve experiencia anterior entre 1991 y 1993, apura sus últimas horas como regidor del concello vecino a Santiago. Antonio Leira, edil de Deportes y Turismo y su hombre de confianza en la Diputación Provincial, será su sucesor.
Nacido en 1956, a punto de cumplimentar la edad de jubilación, el eterno Mirás se ha buscado un retiro dorado para seguir disfrutando de la política bien remunerada: completará la legislatura, si Pedro Sánchez cumple su palabra, como senador en Madrid. Para ello, Manuel Mirás, uno de los pesos pesados del PSdeG en Galicia sustituirá al betanceiro Antonio Vázquez Lorenzo, que ocupó el puesto en los dos últimos años, desde las elecciones de abril del 2019.
Manuel Mirás no es un cualquiera en el partido. Llegó al poder la segunda vez, en el 2002, bajo el paraguas del fenecido Centro Democrático y Social (CDS) y aupado por dos tránsfugas del PP. Ganó los comicios del 2003 y cuatro años más tarde se incorporó a la candidatura del PSdeG, con el que obtuvo mayoría absoluta en ese 2007, cuatro años más tarde y también en 2015. En los últimos comicios celebrados, en el 2019, perdió la mayoría absoluta por un concejal, aunque se mantuvo en el cargo.
Durante este período de casi quince años, Oroso se convirtió en uno de los santuarios del socialismo gallego. Su Festa da Troita era una gran cita a la que los distintos líderes gallegos con los que ha ido coincidiendo acudía cada año para recabar su bendición y apoyo.
El papel de Mirás en las peleas internas socialistas ha sido decisivo en casi todas las citas. En los últimos años, la dirección provincial coruñesa liderada por Valentín González Formoso ha conseguido atraerlo hacia sus posiciones, aumentando la debilidad de Gonzalo Caballero, sin apenas apoyos en la provincia más poblada de Galicia.
El aún alcalde de Oroso llevaba años anunciando su intención de dejar la primera línea de la política, aunque casi nadie se lo tomaba en serio. Ahora, solo falta fijar la fecha del pleno en el que se producirá la renuncia para dar paso a uno de sus delfines, Antonio Leira, que además es uno de los hombres fuertes de González Formoso en la Diputación y que lleva meses pateándose el partido judicial de Santiago de Compostela para reafirmarse como heredero de uno de los municipios considerados como baluarte del PSdeG.
Leira tiene fama de tecnócrata y ha pasado la mayor parte de los últimos cinco años en la sede de la Diputación, donde es responsable del área de Economía y Hacienda, pero Mirás tiene prisa por dejar atrás su etapa en la política local y dar el salto a Madrid antes de cerrar para siempre su trayectoria política.