El PSdeG no levanta cabeza. Si las elecciones autonómicas a la Xunta de Galicia se celebrasen hoy, el partido dirigido ahora por González Formoso y su adlátere Lage Tuñas no recuperaría terreno… es que además perdería representación en O Hórreo. Así lo refleja una encuesta de Sondaxe publicada en La Voz de Galicia, que confirma la caída libre de un PSOE en el que sus nuevos líderes han tomado el poder de una formación dividida y sin hoja de ruta marcada que pasaría de 14 escaños a 13 y caería en dos diputados respecto al sondeo del pasado mes de mayo. Todo ocurre en medio de fuertes tensiones internas, con acusaciones de purgas.
De esta forma, el BNG seguiría por delante como primera fuerza de la oposición en las cuatro provincias gallegas, consolidando su ventaja en ese segundo escalón. Porque la victoria, de nuevo clara, volvería a ser para el Partido Popular, que ahora mismo se sitúa dos escaños por encima de la mayoría absoluta.
El PP no parece haberse resentido por la salida de Núñez Feijóo y la llegada de Alfonso Rueda, que además según Sondaxe ha logrado caer de pie entre los gallegos. Su índice de notoriedad supera el 82 por ciento (8 de cada 10 personas afirman reconocerlo), cuando apenas alcanzaba el 40 por ciento cuando era vicepresidente.
En ese aspecto está ligeramente por encima de Ana Pontón (79,9), mientras que González Formoso sale también derrotado en popularidad quedándose en el 59,7. Ni lo conocen, ni tampoco gustan sus formas, ya que su valoración entre los encuestados es la única que no llega al aprobado. El socialista está por debajo del 5 en todos los factores valorados (capacidad de gestión, honradez, capacidad de diálogo, defensa de los intereses de Galicia y confianza que genera). Precisamente en este último es donde saca su peor nota (4,4). Tanto Rueda como Pontón reciben un 5,4 y, precisamente, aprueban en las cinco categorías.
Y el escenario todavía puede empeorar para el PSdeG, que se desangra sobre todo en el feudo caballerista de la provincia de Pontevedra. Porque a esta bajada -su intención de voto ha pasado del 18,3 al 15,7 por ciento en los últimos cuatro meses- hay que unir el probable regreso de Podemos al parlamento gallego. A pesar de no conocerse la fórmula con la que acudirían a los comicios ni tampoco tener un líder visible ahora mismo en Galicia, la encuesta le da ya representación y apunta a convertirse una nueva fuga del electorado socialista.