A falta de un día de que se celebre el Pleno de abril, las preguntas sobre el caso del Sindicato de Trabajadores de la Limpieza (STL) son numerosas. Las respuestas por parte del Concello, de momento, escasas. Así lo han señalado tanto PP como Marea Atlántica, que acusan al gobierno municipal de falta de control y desgobierno para evitar irregularidades.
El grupo popular destaca que “en la comisión, presidida esta mañana por el viceportavoz Roberto Rodríguez, el Gobierno municipal confirmó su dejadez a la hora de controlar el contrato de limpieza viaria, donde empezó el caso STL y que luego se extendió también al de recogida de basura. No requirió hasta el 8 de marzo información a la empresa concesionaria sobre la subcontratación de personal que es el centro de la trama STL, casi quince días después de la operación judicial. La empresa contestó dos semanas después el 23 de marzo, y desde hace casi veinte días, esta respuesta todavía está pendiente de evaluación por la comisión de seguimiento del contrato, formada por personal de las concejalías de Hacienda y de Medio Ambiente. Manifestamos nuestra preocupación por las informaciones que apunta a que las prácticas objeto de investigación se sigan produciendo a día de hoy“.
Para Marea Atlántica resulta un problema que Esther Fontán, concejala de Medio Ambiente, esté al margen: “A investigación aberta sobre a presunta trama do sindicato STL está a poñer de manifesto o desgoberno da Concellaría de Medio Ambiente. A concelleira Esther Fontán demostra que non participa de decisións cruciais que incumben a súa área, como a xestión da planta de Nostián, botando balóns fóra cando se lle piden explicacións e sinalando a Alcaldía coma se fose outro goberno”.
Apunta también María García que la dejadez llega al punto de seguir pagando por un servicio que no prestan: “Até que saltou o escándalo do STL non se aplicaron os mecanismos de control que os contratos inclúen dende o pasado mandato, a iniciativa do goberno de Xulio Ferreiro. A concelleira de Medio Ambiente tamén recoñeceu que non se lle están a descontar á empresa os pagamentos correspondentes a servizos que non se están a prestar. Un exemplo de desinterese e mala de xestión de recursos públicos”.