No es algo que tengan que decirlo desde Madrid para que todos los gallegos sepan que el tratamiento del Gobierno Central a la comunidad en términos de inversión ferroviaria se queda más que corto. El último en reconocerlo ha sido Pedro Sánchez, que ha calificado de «déficit histórico» el apoyo en lo que se refiere a este tipo de infraestructuras.
De momento lo reconoce únicamente de palabra. Eso es todo lo que ha habido en tiempos recientes desde la Moncloa con el noroeste peninsular, tanto en estas como en otras grandes actuaciones que están pendientes en las cuatro provincias.
Durante una sesión de control en el Senado, la nacionalista Carme da Silva preguntó al presidente por el «grado de compromiso» para garantizar un sistema ferroviario ajustado a las necesidades de Galicia.
La respuesta por parte del presidente ha seguido las pautas habituales en los socialistas cuando tratan con el BNG. Palmada en la espalda y ‘ya hablaremos’: «Yo creo que estamos actuando, que estamos efectivamente revirtiendo un déficit histórico con su comunidad autónoma, pero en todo caso tenemos por delante otros cuatro años para continuar avanzando en esa misma senda».
Es precisamente esa senda con Galicia que para el PSOE siempre es secundaria, como es también el caso del corredor atlántico, también reclamado por Da Silva: «Nos gustaría si nos puede trasladar cuál es su compromiso con una red que es pieza fundamental de la red transeuropea de transportes o el compromiso concreto para que el corredor atlántico se agilice y pase la fase de estudio y de licitación a la fase de ejecución». Sánchez niega que el corredor mediterráneo esté teniendo prioridad y reconoce que hay «mucho trabajo por delante».