Quizás en el ayuntamiento coruñés pensaron que la calle era suya. Hasta que llegó Patrimonio y les explicó la normativa. Un técnico de la Xunta de Galicia se pasó este miércoles por la zona de los Cantones para levantar acta visual de lo que allí sucedía después de que la piqueta hubiese empezado a trabajar al inicio de esta semana. E interpretó que parecía estar ante unas “intervencións previas a unha remodelación xeral”, según relata un escrito enviado por Patrimonio al Ayuntamiento en la mañana de este jueves. En él se pide la inmediata paralización de los trabajos hasta que el gobierno local tramite la pertinente autorización para operar sobre un espacio protegido por el Plan Especial de Protección y Reforma Interior que afecta a la Ciudad Vieja y Pescadería.
En María Pita disponen ahora de cinco días para informar al departamento de Cultura del gobierno autónomico sobre las actuaciones que van a hacer, y que en realidad ya habían comenzado en la zona. Mientras tanto las obras, anunciadas a bombo y platillo con fecha de finalización para el 4 de junio, estarán paralizadas.
“Queremos transformar la ciudad en un lugar más seguro, menos contaminante y más amable”, había explicado la alcaldesa Inés Rey. Pero todo debe hacerse dentro del orden establecido. Según Patrimonio ni habían solicitado permiso ni remitieron proyecto de ejecución alguno para proceder a su evaluación y, llegado el caso, posterior evaluación. La maquinaria ya se ha retirado de la zona.