Como la actitud del gobierno municipal no cambia, las reivindicaciones de los vecinos de O Castrillón, tampoco. Por segunda vez en los últimos 30 días, los vecinos de este barrio coruñés volvieron a echarse a la calle para reclamar más limpieza y atención en la zona por parte del Concello, con el que se sienten decepcionados… y abandonados.
Así lo dejan claro con la pancarta que protagoniza la concentración, localizada en la Avenida de la Concordia: “Queremos un barrio, non un vertedoiro. Castrillón tamén existe”. Es la misma leyenda que se podía leer a finales del mes de septiembre, cuando los vecinos visibilizaban sus protestas por primera vez. En público, porque todos ellos coinciden en que llevan años reclamando más atención por parte del Concello.
El principal foco de malestar para los habitantes de O Castrillón es el mal estado de un solar en la calle José María Hernansáez. Al estar abandonado, denuncian que ha terminado por convertirse en un vertedero con todo tipo de desperdicios y excrementos de animales. “Me da vergüenza hasta describir lo que allí sucede; la maleza y el abandono es tal que aparecen mascarillas, jeringuillas y, por supuesto, ratas”, apuntaba una vecina en la protesta del mes pasado.
Lo que piden los vecinos es tan simple como una buena atención por parte del Concello y no gestos de cara a la galería como, precisamente, el del mismo día de la anterior concentración, cuando sorprendentemente varios operarios adecentaron a contrarreloj el solar y colocaron señalización prohibiendo aparcar (reclamación también que viene de lejos).
Otro vecino verbaliza la indignación de todo un barrio en un sentir común extensible a otros de la ciudad: “La alcaldesa no sabe que A Coruña empieza en el puente de A Pasaxe, no es solamente los Cantones y La Marina, nosotros contribuimos como cualquier ciudadano”.