Inés Rey anunció la semana pasada un nuevo tiempo para los barrios de A Coruña. La alcaldesa asegura que establecerá una comunicación directa con ellos, con presencia y diálogo con los vecinos, faceta que no debería de ser proclamada en quien detenta una alcaldía, pero que además la regidora coruñesa ostentó, nominalmente, durante el primer año de su primer mandato.
Así que Rey irá a los barrios, donde todavía no se le ha visto para hacer su trabajo desde que el pasado 17 de junio volvió a ser reelegida alcaldesa por el pleno municipal y con el apoyo del BNG. Mientras tanto nada se para y todo sucede. En Novo Mesoiro, la asociación vecinal le ha escrito una misiva a la alcaldesa para comunicarle su decisión de desvincularse de la organización de las fiestas del barrio, previstas para el último fin de semana de agosto. Y apuntan que todo viene motivado por “falta de apoyo y de respeto” que sienten por parte del gobierno local que lidera Rey. Seis meses llevaban la asociación de vecinos intentando reunirse con alguien con voz en el ayuntamiento para hablar de las fiestas. Ni antes ni después de las elecciones lo consiguieron. Tampoco lo logró la promotora con la que habían acordado la organización de las fiestas.
En O Castrillón también esperan a Rey. La asociación de vecinos O Castrillón-Urbanización Soto ha elaborado una lista de 27 puntos donde existen aceras o bordillos en mal estado y denuncian el creciente número de caídas que afectan a niños y mayores, un detalle, el de los accidentes a causa de la mala conservación del pavimento, del que cuando se planteó en la campaña electoral la propia alcaldesa llegó a mofarse.
Los representantes vecinales de O Castrillón se quejan de que el ayuntamiento no es proactivo a la hora de resolver problemas. Mientras tanto Rey anuncia visitas semanales a los barrios, aunque el primer mes de ese anuncio ya está a punto de pasarlo en blanco. Será por el veranito.