No fue en verano y está por ver si será en algún momento del otoño cuando la pista de patinaje de Novo Mesoiro esté lista para ser inaugurada. Después de varios años reclamando este espacio, el pasado mes de enero comenzaron las obras, que debían estar rematadas en un plazo de seis meses. En junio se paró, pero no porque estuviese terminada. Y no se retomó hasta principios de julio. Hoy, cuando encaramos el final de octubre, los trabajos han vuelto a detenerse y nada se sabe de los plazos de entrega, que van camino de irse al año.
Los vecinos empiezan a caer en el escepticismo al ver que la obra está encaminada, pero que faltan detalles clave como el sistema de iluminación. Desde el Concello señalan que el problema está en la falta de suministro y abastecimiento de materias primas, culpando como habitualmente a otros de una obra más que se suma a la lista de acciones que acumulan retrasos en la ciudad.
Aunque lo peor quizá ni sea el retraso de la obra, sino la incertidumbre de preguntarse si, una vez abierta, cuánto aguantará la pista de patinaje antes de tener que volver a cerrarla de nuevo por problemas de mantenimiento.
No hay demasiado optimismo entre los potenciales usuarios sobre la fiabilidad, más teniendo en cuenta que, antes de inaugurarse, la pista ya se cae. Hace unos días se desprendió uno de los metacrilatos que deben delimitar el recinto con la buena fortuna de que, en ese momento, no había nadie cerca. Justo al lado de la pista hay un parque infantil.