Del programa de Jesús Cintora al de Gonzalo Caballero. La política concede la posibilidad de realizar curiosas piruetas. También el periodismo. Noelia Otero se estrena como diputada en el Parlamento de Galicia y deja su labor como codirectora del programa Las Cosas Claras, al que Televisión Española ya ha puesto fecha de caducidad este verano tras una efímera y polémica estancia en la parrilla de programación de la primera cadena, acusado de sectario por tirios y de favorecer la contratación externa de productoras privadas ajenas al ente público por los troyanos. Siempre con una flaca cuota de pantalla.
Las Cosas Claras no hizo honor a su nombre. El Sindicato Independiente de Comunicación y Difusión de RTVE interpuso en su día una denuncia ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En ella argumentaba que el programa tenía naturaleza informativa y, por ese detalle, vulneraba la ley al ceder su producción a terceros. La Comisión resolvió en el programa que coordinaba Otero el tratamiento de la información “no equivale al que se hace en un telediario o en un boletín de noticias” y explicó que los temas se abordaban desde “una gran dosis de subjetividad”
Otero había trabajado también, a través de la productora de Faro de Vigo, como reportera en varios magazines de la Televisión de Galicia y dio el salto a Madrid para hacer la misma labor en el Programa de Ana Rosa. Mientras tanto también transitaba en la faceta política, siempre próxima a la nueva nomenclatura socialista de Gonzalo Caballero, que la reclutó para trabajar como coordinadora en el Laboratorio de Ideas del partido, conformado de cara a las elecciones autónomicas de 2020. Caballero presentó la iniciativa en la que participó Otero como “unha alianza coa sociedade galega para darlle un goberno mellor”. Tras el paso por las urnas, las ideas situaron a los socialistas como la tercera fuerza política en Galicia, tras un histórico sorpasso del BNG. Con todo, Caballero se ancló al puesto.
En aquella elecciones, Otero escaló en las lista hasta el puesto número 6 por Pontevedra. Era en teoría un puesto de salida que le iba a garantizar un trabajo como parlamentaria. Pero el varapalo electoral la envió de regreso al periodismo.
Ahora el final del programa de Cintora coincide casi en el tiempo con el desgraciado fallecimiento de Isaura Abelairas, histórica concejala del ayuntamiento de Vigo que había sido la número dos de Caballero en las elecciones autonómicas. El escalafón corre y Otero prometió esta mañana su cargo como nueva diputada antes de que arrancase el pleno de la Cámara. Por el camino se han perdido unos cuantos tuits, en especial aquellos que hacían referencia al fútbol y los eternos rivales gallegos, para engrasar su imagen en las redes sociales como la política que, ahora sí, ya es.