El Ayuntamiento de A Coruña empieza a moverse tras bastantes meses de inacción respecto al aeropuerto de Alvedro. La llegada de Moisés Jorge Naranjo a la gerencia de Turismo empieza a plasmarse en iniciativas en favor del aeropuerto que contrastan con la etapa final de Lanzada Calatayud al frente de esas responsabilidades, despedida entre lamentaciones de los ediles de Marea Atlántica. La alcaldesa, Inés Rey, no ha dudado en subirse a ese avión y despegó ayer desde María Pita para anunciar el primer concurso público destinado a atraer aerolíneas a Alvedro.
El comunicado ofrecido por el ayuntamiento no cita al gerente y apunta todos los focos a la alcaldesa, que presentó ufana las novedades: “Un destino turístico de primeiro nivel como A Coruña ten a obriga de potenciar o seu papel no mapa turístico internacional e de potenciar tamén o seu aeroporto como elemento motor de primeiro nivel da nosa economía”, explicó. Hasta ahora, con Lanzada Calatayud al frente, el balance se saldó con la pérdida del vuelo a Heathrow, la marcha de Vueling y la supresión de la base que tenía en Alvedro
La idea trazada por Moisés Jorge Naranjo es un plan de choque que consiste en poner las bases para que el aeropuerto cuente con nuevas líneas a través de concursos públicos que se prevén licitar por la vía de urgencia con un plazo de presentación de ofertas de 15 días. La cuantía asciende a 9,7 Millones de euros a repartir en 3 años (2022, 2023, 2024) y en 8 lotes. Rutas como Londres (Heathrow y Gatwick), Ámsterdam, París (Charles de Gaulle y Orly). Munich o Frankfurt se encuentran dentro del plan como rutas internacionales y Málaga, Valencia y Gran Canaria entre las nacionales.
Las aerolíneas que quieran optar a estos lotes deberán operar como mínimo nueve meses cada año las conexiones y ofertar como mínimo dos frecuencias semanales a cada uno de los destinos, a excepción de Londres que se pedirá un mínimo de cuatro vuelos semanales.
Moisés Jorge Naranjo aguarda que la reactivación del aeropuerto propicie una ampliación del terminal y aspira a llegar a los dos millones de pasajeros anuales. Su previsión es que se cubran la mayor parte de todas las rutas ofertadas. Si no es así se volverían a licitar a principios de años.