En la gestión del día a día de cualquier colectivo de trabajadores hay cuestiones que son básicas y que tienen que ver con valorar y respetar los derechos de las personas que son el motor de las organizaciones. En el caso de un ayuntamiento son los funcionarios. En el caso de A Coruña algún edil deslenguado y con una supuesta conciencia de clase trató de minimizarles en el pasado. Craso error. Con el regreso de los socialistas todo pareció cambiar, con guiños desde primera hora. Pero no se puede fallar en lo esencial.
A los funcionarios del ayuntamiento de A Coruña les ha llegado estas Navidades con retraso la paga extraordinaria a la que tienen derecho. Un tachón en la gestión de recursos humanos que ha generado durante este lunes un amplio malestar tanto en el Palacio de María Pita como en otras sedes municipales.
No es la primera vez que sucede con el equipo de gobierno dirigido por Inés Rey. Ya hace dos años hubo retrasos injustificables, más todavía hoy cuando un movimiento así de dinero puede generar una más que interesante circulación en el maltrecho comercio local en unas fechas en las que se dispara el consumo.
El error debería subsanarse en las próximas horas, pero el detalle no ha pasado desapercibido entre el funcionariado, donde antes de la llegada de Inés Rey no se recordaban problemas en este sentido. Y no parece una cuestión de tesorería, más bien de displicencia.