Rodrigo Maseda, José Antonio Villamor y Javier López son los tres policías nacionales fallecidos justo hace diez años al tratar de rescatar sin éxito a un joven eslovaco en el oleaje del mar coruñés, una tragedia que ha convertido a los llamados héroes del Orzán en un «símbolo» y por ello serán nombrados hijos adoptivos de la ciudad a título póstumo.
«Es un reconocimiento colectivo modesto en comparación con lo mucho que ellos nos dieron en vida», explicó la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, en el acto de homenaje en la coraza de la playa del Orzán a los tres agentes, de quienes ha recordado en nombre de la ciudad su «ejemplo de servicio público».
En esta fecha que A Coruña «no olvida ni olvidará nunca» y en la que ha trasladado su cariño a las familias de los policías, también a la del joven eslovaco, Rey ha subrayado que los tres son «un símbolo» que demuestra que «la sociedad tiene quien la cuide y también un desafío por estar a su nivel».
Ante las familias, amigos y compañeros de los homenajeados, en representación de la Policía Nacional ha intervenido el jefe de operaciones José María Esteban Corral, que ha recordado con incredulidad primero y horror y espanto después aquella trágica madrugada en la que los tres agentes fueron «valerosos» pero quizá pagaron un «precio demasiado alto y doloroso para todos».
Por su parte, la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, ha dicho de Javier, José Antonio y Rodrigo que «formarán parte de la memoria e historia colectiva de la ciudad» tras aquel acto heroico que engrandeció el cuerpo y a la sociedad.