Las personas que trabajan en la parte privatizada de la red de bibliotecas municipales no están cobrando sus nóminas y sus intentos por encontrar un interlocutor en el Gobierno Local son baldíos. Inés Rey, que además de alcaldesa asume las competencias de Cultura, no les recibe. Sí lo han hecho fuerzas políticas con representación en el concello. Este lunes estuvieron con ediles del Grupo Popular, la semana pasada con los de Marea Atlántica y el BNG. A todos les expresaron su desasosiego por la incertidumbre y precariedad que sienten, sobre todo si se considera que la renovación del contrato por parte del gobierno local con la empresa LTM Servicios Bibliotecarios se produjo hace apenas seis meses por un importe de 2.704.350 euros anuales. Queda año y medio de vínculo por delante. Los trabajadores ya habían advertido al Concello de los problemas que se atisbaban en el pliego que finalmente salió adelante.
Los representantes del comité manifestaron ante el Grupo Popular su incertidumbre por el futuro de los 75 trabajadores al surgir estos problemas económicos cuando solo va medio año de contrato. “Si ya hay dudas sobre el pago de las nóminas ahora, ¿qué va a pasar en el futuro? El Gobierno municipal tiene que darles certezas y garantías de que van a cobrar porque ellos hacen su trabajo y el ayuntamiento paga a la empresa las facturas correspondientes. Bastante mal lo pasaron ya con la promesa de la Marea de remunicipalizar el servicio, engañándolos durante cuatro años sabiendo que era ilegal como así confirmaron los informes municipales”, explican desde las filas del Partido Popular.
Esta pasividad respecto a los problemas de trabajadores de bibliotecas se une a lo sucedido con los vigilantes de exposiciones municipales y a los conserjes de instalaciones deportivas, a quienes la concesionaria les debe importantes cantidades de dinero correspondientes a 2021 y 2022. “Inés Rey no actúa hasta que las situaciones están fuera de control, como sucedió con los contratos de recogida de basura y limpieza viaria, cuando no intervino hasta que las bolsas y la suciedad invadieron las calles”, incide el grupo opositor en María Pita.
Para Marea Atlántica la red de bibliotecas municipales está semiprivatizada, con un sistema que califican como «dual, desigual e ineficiente». “Algunas tienen gestión pública mientras que otras, las que se ven afectadas por los problemas laborales ahora mismo, están en manos de una empresa privada, con peores condiciones para su plantel», señalan.
El Ayuntamiento asegura que cumple con sus pagos a LTM y que es responsabilidad de la empresa pagar a los trabajadores. Estos recuerdan que ya advirtieron de los problemas que iba a ocasionar una deficiente licitación. Durante el proceso de recepción de ofertas, se presentaron tres recursos especiales ante el Tribunal Administrativo de Contratación Pública de Galicia. Se avisó de que el cálculo de algunas partidas del contrato no estaba bien hecho e incluso la concejala del BNG, Avia Veira, explicó que la adjudicación no cumplía con el compromiso de dar la mejor solución legal y laboral posible a la situación del personal de las bibliotecas.
El contrato incluye la subrogación de los trabajadores y la gestión de cinco espacios (Ágora, Fórum, Sagrada Familia, Rosales, Infantil y Juvenil y punto de servicio bibliotecario del centro cívico de Mesoiro), además de un servicio de apoyo técnico y operativo en el edificio municipal de Salvador de Madariaga. «O contrato é a proba do compromiso do goberno de Inés Rey cos servizos culturais desta cidade, pon fin á situación de interinidade da rede municipal de bibliotecas e garante o futuro de todas elas», explicó en enero de 2021, cuando salió a licitación, el edil Lage Tuñas, responsable de Contratación en María Pita.