Representantes del PSdeG y del Bloque Nacionalista galego refrendaron este lunes en Santiago el acuerdo para garantizar la formación de gobiernos progresistas en los ayuntamientos gallegos en los que, según informan los socialista en un comunicado, la derecha «no sume». El secretario de organización del PSdeG, José Manuel Lage Tuñas, tomó las riendas de su partido en la reunión y tras ella defendió la “madurez” de ambas formaciones que deciden apoyarse de forma mutua para facilitar la investidura del candidato socialista o nacionalista que obtuvo más votos. De esta manera en Santiago será alcaldesa Goretti Sanmartín, tras obtener 11.428 votos y seis concejales, cinco menos que la lista del Partido Popular encabezada por Borja Verea, que tiene once ediles. En A Coruña se garantiza también la continuidad de Inés Rey (y Lage Tuñas) al frente del gobierno local.
El PSdeG estuvo representado en la primera reunión para negociar el acuerdo con el BNG, aparte de por Lage Tuñas, por la presidenta del partido en Galicia, Carmela Silva, a la que ni un acuerdo de este tipo mantendrá al frente de la Diputación de Pontevedra. También estuvo el secretario de Política Municipal del PSdeG, Alberto Varela. Por parte del BNG estuvo el responsable del área Internacional (sic), Rubén Cela, el de Organización, Bieito Lobeira, y la del área Municipal, Carme da Silva
En el comunicado hecho público por los socialistas, Lage Tuñas destaca este “primero acuerdo relevante” enmarcado en la “primera jornada” de negociaciones “con la que hay que estar satisfechos”, apuntó. Gracias a estos encuentros con la formación nacionalista, asegura el politólogo de Outes que lograrán que se cumpla “la voluntad expresada por los ciudadanos” de la formación de gran número de gobiernos locales “de progreso” en Galicia.
También quiso resaltar Lage que de salir adelante los acuerdos, los socialistas están en disposición de seguir gobernando la “más de la mitad de la población gallega”. El secretario de organización del PSdeG enmarcó el inicio de las conversas dentro de la normalidad política al referirse a ellas como “la mejor tradición del Partido Socialista que desde el año 1991 construyeron acuerdos” para que “haya el mayor número posible de ayuntamientos en Galicia gobernados por fuerzas progresistas”. Para eso establecen un “marco de diálogo” con el BNG, hablando “con claridad y poniendo por delante los intereses de los vecinos y vecinas” para la conformación de gobiernos de progreso, con la intención de que “pivoten” sobre un PSdeG que definió como “la fuerza transformadora y que cambia la vida de la gente desde las instituciones”.
Por su parte, el BNG apunta que asistió al encuentro con el ánimo de configurar gobiernos alternativos al Partido Popular. «Siempre se apoyarán a los alcaldes o alcaldesas alternativos al PP», explico Da Silva. «El BNG se compromete a apoyar las candidaturas del PSOE y por su parte el PSOE apoyará las alcaldías en las que el BNG es la fuerza más votada”.