Existe un valor que debería ser intrínseco al hecho de ejercer una labor en la alcaldía de A Coruña, el de privilegiar el beneficio de la ciudad. Durante años Francisco Vázquez fue conocido por las iniciativas y obras que la transformaron. Un repaso con la lupa a muchas de ellas servía para advertir que bastantes de las más renombradas se impulsaron con fondos que llegaron desde lejos de A Coruña. Vázquez o los captó o los aceptó para plasmar o hacer suyas ideas que ejercieron de motor de la ciudad. Este viernes, la administración autonómica anunció una fuerte inversión para impulsar una serie de actuaciones en A Coruña, más de 20 millones de euros en inversiones que van desde la adecuación de una zona para el baño en el Parrote a mejorar los equipos de atención a pacientes en el CHUAC. La alcaldesa Inés Rey asegura que se trata de “puro populismo” y dispara ofendida hacia el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. “¿Con quién ha hablado? ¿Con quién se ha reunido para anunciar obras de semejante envergadura?”, se pregunta. No es ya que a caballo regalado le mire el diente sino que da la impresión de sentirse ofendida ante el agasajo.
A Coruña ha transitado durante los últimos 15 meses con sus presupuestos prorrogados, es decir, sin poder consignar gastos para nuevas inversiones y atada a una cuenta de gastos inferior a la que tenía en el año 2014. Ante anuncios como el de la Xunta siempre cabría la opción de alinearse y apostar por el desarrollo de la ciudad. No parece que eso vaya a ocurrir. “Debieron de recoger lo que estaba en sus programas electorales de los últimos catorce años y sacarlo”, explica la alcaldesa Inés Rey ante la avalancha de actuaciones que anuncia la Xunta, a partir de sus competencias, en la ciudad.
Rey explica que ninguno de los proyectos anunciados el pasado viernes dispone de un presupuesto consignado. El delagado de la Xunta, Gonzalo Trenor le ha contestado en twitter: “Esta semana, en aras de la colaboración institucional, le enviaré las fichas con las partidas presupuestarias”.
En junio de 2021 el ayuntamiento de A Coruña anunció que había recibido el visto bueno de la Xunta para regular un espacio para el baño junto al espigón del Parrote, detrás de La Solana. La zona se iba a deliitar con 19 boyas y dispondría de servicio de socorristas. El ayuntamiento destinaría a ese proyecto un presupuesto de 48.000 euros. La Xunta toma ahora esa idea y aporta 3 millones de euros para instalar una estructura flotante en la zona, destinada tanto para baño como para otras actividades de ocio. No resulta complicado pensar en lo que hubiera hecho Vázquez y, sobre todo, a quien atribuirían los ciudadanos coruñeses esa obra. Hay maneras de ejercer liderazgos que trascienden a politiqueos. Rey va por otro camino y, peyorativamente, habla de “un Aquapark”.
Ahora las ciudades se quieren construir desde las redes sociales. Ahí opera como pez en el agua Francisco Dinís Díaz Gallego, el novato concejal de Urbanismo, que ya replicó a Trenor a través de esa vía: “Mándanos también la autorización del Ministerio para la pasarela que proyectáis en dominio público de Costas y ya nos explicareis también como se va a construir el edificio en el Parrote no permitido por el planeamiento”. Con Dinís no hay dudas de que va en otra dirección. En su día pidió a través de las redes sociales que se suspendiese de militancia socialista a Francisco Vázquez, del que aseguraba que decía “memeces”.
En julio del año 2000, Vázquez recibió al entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga y al conselleiro Xosé Cuiña, en María Pita. Fraga apuntó que la ciudad, y el avance que había experimentado en la década anterior, era “un fiel espello para o desenvolvemento das cidades”. Y atribuyó lo sucedido a “unha xestión eficaz”. Vázquez, por su parte, aludió a un “diálogo diario y fluido entre el Ayuntamiento y las distintas consellerías de la Xunta” del que se beneficiaba la ciudad. No sólo había diálogo con la administración autonómica. Vázquez impulsó el Paseo Marítimo con un Gobierno del PSOE y el Palacio de Congresos con el PP. En 2022, en una ciudad languideciente su alcaldesa habla de “oportunismos políticos”.
A Coruña pasó en Galicia de ser locomotora a vagón de cola. Así lo ejemplifica el retardado anuncio de la licitación de la estación intermodal, cuando en otras ciudades gallegas ya estan en funcionamiento. Mientras tanto, Inés Rey, se pasó este sábado por el nuevo Remanso, en Cuatro Caminos, un nuevo espacio juvenil que abre tras siete años de espera después de que el contrato para su remodelación se adjudicase en 2015.